Quiénes son los Guardianes de la tumba Diego Maradona

En el cementerio donde por orden judicial sólo la familia puede acercarse a la tumba, el jardinero, el encargado de ceremonial y un sepulturero cuentan cómo es preservar la memoria del mayor ídolo argentino.

Cementerio donde descansa D10S, dice Google Maps. También indica, cuando uno se va acercando por el Camino del Buen Ayre a la bajada de la Avenida Roca, Aquí descansa en paz Diego, Tomba di Diego Armando Maradona.

El GPS o la gallega del celular van aclimatando la llegada. «A doscientos metros gire a la derecha», pide mientras la muralla de árboles que ladea la calle Irusta lleva a la entrada del Cementerio Jardín Bella Vista, en la zona oeste del Conurbano Bonaerense.En el primer aniversario del cumpleaños del Diez desde su muerte, es inevitable contener el aliento al entrar al predio de 13 hectáreas donde lo enterraron el 26 de noviembre de 2020.

Además de los familiares de Maradona y los de unos 19 mil difuntos que fueron sepultados en el lugar, todavía nadie pudo ingresar a ver la tumba más misteriosa del mundo. Ni dirigentes políticos, ni glorias del deporte ni turistas que cruzaron océanos para despedirlo.

«Acá hemos recibido llamados de grupos de extranjeros de Francia, periodistas de Italia o Estados Unidos… también gente de a pie que se acerca con ofrendas. Pero las reglas son iguales para todos: los que no tienen familiares acá, no pueden ingresar», explica Daniel de la Vega, gerente y vicepresidente del prestigioso cementerio donde se llevó a cabo el velorio más revolucionario de los últimos tiempos. 

El máximo ídolo nacional descansa en la misma parcela que sus padres. Abajo de todo está Dalma Salvadora Franco (Doña Tota), en el medio Don Diego «Chitoro» y arriba, Diego Armando. La inscripción que eligieron Dalma y Giannina para la lápida es un misterio para quienes no pudieron acercarse a la tumba. Y la condición de deidad sobrepoderosa que el Diez tuvo en vida se volvió paz, armonía e igualdad absoluta de condiciones con el resto de los difuntos del Jardín Bella Vista. Empleados y directivos del cementerio insisten en una frase: «igual para todos».

El estilo normando francés de la galería corta el verde masivo del cementerio Jardín Bella Vista. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

El estilo normando francés de la galería corta el verde masivo del cementerio Jardín Bella Vista. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

El maestro de la jardinería que admira a Diego desde Los Cebollitas

«Cada mañana cuando entro al parque soy consciente de que estoy llegando al lugar donde está descansando Diego», dice Osvaldo Sendes (70) supervisor de Jardinería del cementerio privado, y uno de los guardianes de la tumba de Maradona.

Cada flor, árbol y cantero fue diseñado por Osvaldo Sendes (70). Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Cada flor, árbol y cantero fue diseñado por Osvaldo Sendes (70). Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Osvaldo es vecino de San Miguel. Está casado, tiene tres hijas y cuatro nietos, los dos más grandes fanáticos de Boca Juniors, al igual que sus padres. Hace 23 años que es el encargado mantener la estética de cada rincón que hace a la uniformidad del Jardín Bella Vista. Cuando tuvo la posibilidad de jubilarse optó por seguir trabajando en el lugar.

Ficha Osvaldo Sendes

“El paisajismo es trabajar con la naturaleza, es un mantenimiento constante de lunes a lunes. Plagas y malezas bajo control, canteros y plantines prolijos, y el césped podado al mismo nivel sin que nada interrumpa la visión, sólo placas y flores», así describe sus premisas principales.

El Parque fue diseñado en 1982 y luego de seis años de construcción comenzó a funcionar. «El predio tiene mucho esfuerzo, es un trabajo arduo mantener la misma ambientación a lo largo del tiempo», cuenta el paisajista. 

"Muchos familiares venían acá a tomar mate y pasar el día", cuenta el jefe de Jardinería Osvaldo Sendes. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

«Muchos familiares venían acá a tomar mate y pasar el día», cuenta el jefe de Jardinería Osvaldo Sendes. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Y explica: «Estos eran terrenos bajos, que se empezaron a rellenar para lograr grandes desniveles y un parque con alturas que van hasta casi dos metros de tierra. Hoy es prácticamente inviable planificar un predio como este por una cuestión de costos».

“Todos los días cuando entro al Parque a trabajar soy consciente que acá está descansando Diego y eso ya es sumamente emotivo. Es imposible no sentir nada

Sebastián De La Cruz

Osvaldo Sendes

Supervisor de Jardinería

El verdor infinito que recubre el terreno convive con más de 100 especies de plantas nativas como pinos, sauces, lapachos y liquidámbar. Sólo corta la naturaleza una construcción de estilo normando francés donde están las oficinas, una galería y la capilla que adapta sus imágenes y estatuas según la religión de los deudos que contratan un servicio. 

La tarde calurosa del 25 de noviembre de 2020 tomó a Osvaldo por sorpresa. “Primero fue una sensación de pena enorme. Y cuando nos enteramos que iba a venir acá sentí estupor. No podía creer que el hombre que se había paseado por el mundo, conociendo reyes, presidentes y miles de artistas, iba a estar acá dentro del parque como uno más”, relata.

Osvaldo adaptó toda la flora del predio para darle una estética de paz y armonía al Cementerio Jardín Bella Vista. Guillermo Rodriguez Adami.

Osvaldo adaptó toda la flora del predio para darle una estética de paz y armonía al Cementerio Jardín Bella Vista. Guillermo Rodriguez Adami.

Durante las primeras horas de organización luego de que se confirmara que el cuerpo de Diego Armando Maradona iba a estar en la misma parcela que su mamá y su papá, Osvaldo había quedado helado. «No tenía ningún tipo de respuestas, y el momento que trajeron el féretro con él adentro no lo podía creer. Era como haber perdido a un amigo o a un familiar cercano”, dice.

«Por suerte, yo tengo una edad que lo empecé a ver jugar. Lo sigo desde su época de Cebollitas, cuando era un pibito que hacia jueguitos en el entretiempo. Así nos empezamos a enchufar con él. Veíamos como dominaba la pelota, que era valiente a la hora de jugar, que tenía una personalidad y una humildad enorme. Diego era todo eso. Tuvo una vida muy difícil e hizo lo que pudo con su vida personal, y en lo deportivo hizo lo que sabía. Nos dio muchas alegrías a todos y más a los que nos gusta el fútbol», reflexiona el encargado de Jardinería. 

tumba-maradona-ubicacion

Y agrega: «Diego es el mejor ejemplo acá para todo: su descanso eterno es igual es igual que el resto, su parcela no tiene nada más que la placa y las flores. Uno entra acá y se despoja absolutamente de todo. Jamás en más de 20 años de trabajo en este lugar vi un camión de mudanzas atrás de un cortejo fúnebre. Con esto quiero decir que nadie se trajo nada. Todos terminamos igual».

Organizó los entierros de Doña Tota, Don Diego y de su ídolo

Aquel jueves de noviembre la entrada del cementerio estaba colapsada. Había miles de fanáticos, medios internacionales que buscaban una foto y más de 800 efectivos encargados de un enorme despliegue de seguridad. Rafael Alexander Verdún (37) tenía una de las tareas más difíciles que le había tocado en sus 19 años de trabajo en el Jardín Bella Vista: organizar el entierro de Diego Armando Maradona bajo las mismas condiciones que el resto de los difuntos que llegaban al parque.

Ficha Rafael Alexander Verdún

Rafael es vecino del barrio Mariló, en San Miguel. Tiene nueve hermanos, todos fanáticos del futbol y él «enfermo» de Boca. Aunque trabaja las 24 horas pendiente del celular al que pueden indicarle un nuevo fallecido por arribar al Jardín, cuando tiene tiempo se junta con su familia y amigos a jugar a la pelota. «Mi vínculo con Diego empezó con mis viejos, los dos son fanáticos de Boca», cuenta quien vive a cinco cuadras del cementerio y es el encargado de Ceremonial y vendedor de servicios. De hecho, fue quien se encargó de organizar las ceremonias de Doña Tota y Don Diego.

«Tuve contacto con él y con sus hermanas. Hablamos por teléfono sobre cómo iba a ser el servicio, tanto para la madre como para el padre. Obvio que tenía ganas de abrazarlo, de pedirle cosas… pero tengo un cargo y tengo que respetarlo», recuerda emocionado.

A Rafael Verdún lo contactaron periodistas italianos y también comitivas de turistas que se acercaban al predio. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

A Rafael Verdún lo contactaron periodistas italianos y también comitivas de turistas que se acercaban al predio. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Y agrega: «El día que hice el servicio de Doña Tota, lo vi cuando bajó a la sala y me dio la mano. Me preguntó si yo era Rafael y me agradeció por el servicio que le habíamos brindado. Yo no podía creer que lo tenía a Diego frente a mí, pero me tuve que contener».

El 25 de noviembre de 2020 por la mañana Rafael estaba haciendo trámites. «Me llamaron por teléfono desde la cochería, me dijeron la noticia y que lo iban a traer al Parque. Me quedé hasta tarde organizando todo y al otro día vine a las cinco de la mañana».

«Estábamos todos en el aire. Mi objetivo era tomarlo como si fuese un día más. Cuando terminó la ceremonia, las hijas me agradecieron porque había salido todo bien, gracias a Dios. Y ahí sí tuve mi desahogo, me pude decir: ‘Ahora me toca despedir al Diego a mí‘», dice Rafael.

“Diego dejó una marca en el mundo entero. Para mí es y será único por la humildad que tenía y por cómo transpiraba la camiseta por Argentina. Me fue difícil hacer mi trabajo ese día, pero cuando lo pude despedir lloré tranquilo

Sebastián De La Cruz

Rafael Alexander Verdún

Encargado de Ceremonial
y vendedor de servicios

Cuenta que se quedó llorando, solo, haciendo su propio duelo. Cuando salió todavía lo esperaba toda su familia en la esquina del cementerio. «Lloramos juntos. Yo trataba de tranquilizarme. Había sido un día muy movilizante». 

«‘Rafa, dejame entrar por favor’ me decían mis vecinos del barrio y amigos de toda la vida. Era un momento muy delicado. Yo, por respeto al trabajo, a los seres queridos que están acá y a la familia del Diego, por supuesto que no podía. No tuve posibilidad de que ingresara ni mi familia. Obvio que me encantaría que todos puedan despedirlo al Diego por última vez», relata el encargado de Ceremonial.

Rafael llegó a recibir tributos de todo tipo para la tumba de Diego: camisetas, fotos, pelotas, velas, flores y hasta un habano cubano. «Yo les explicaba que no podía dejar esas cosas adentro porque solo puede estar la placa, las flores y el florero para que se mantenga todo el predio igual», dice. 

La lápida donde está Diego no se puede fotografiar por orden judicial. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

La lápida donde está Diego no se puede fotografiar por orden judicial. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Los primeros días, la entrada del cementerio se había convertido en un monumento para el ídolo del fútbol que ya descansaba allí. En la esquina de Irusta y Viale, artistas de San Miguel y Moreno también plasmaron murales con los mil rostros del Diego: el Cebollita de Argentinos Juniors, el campeón Xeneize del 81, el consagrado de México 86 y el monarca de Nápoli. Hoy allí, a veces, se acumulan algunos de esos tributos que la gente lleva.

Para Rafael la salida de su trabajo se volvió en algo totalmente inusual. Desde reporteros italianos que lo esperaban afuera para realizarle una nota, hasta una comitiva de franceses que pedían un «mini tour» circularon en los últimos meses por el lugar.

«Tuvimos propuestas turísticas de todo tipo, para entrar con cámaras o sin cámaras. Un día vino un grupo de cuatro hermanos desde Rosario directamente hasta acá. Ya sabían mi nombre, mi cargo, todo. En esa época me llamaron muchísimo por teléfono, me volvieron loco. Nunca recibí tantos llamados», dice Rafael.

Las lápidas en Jardín Bella Vista, todas idénticas.

Las lápidas en Jardín Bella Vista, todas idénticas.

Empresas de charters intentaron establecer vínculos para traer turistas directamente desde Ezeiza. Algunos quieren arrancar pasto y otros, dejar obsequios. Las autoridades del cementerio enfatizan: «No se puede, acá todos los difuntos tienen la misma importancia». Pero admiten que para ellos y sus círculos íntimos es muy especial y emocionante estar cada día cuidando la memoria de Diego Maradona.

De cavar tumbas y mantener el terreno a cuidar la memoria del 10

Mario Acevedo (27) también es vecino de Bella Vista y empleado del cementerio. Esta casado y tiene una hija. Hace siete años que entró a trabajar y  se ocupa del mantenimiento del campo. Entre sus tareas diarias tiene que cortar el césped, limpiar las parcelas, y cavar las tumbas.

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«Para cavar una parcela usamos una máquina retroexcavadora primero y después otra para mover la tierra. Al principio fue medio complicado aprender a usarlas, pero después le agarrás la mano», explica Mario, quien anteriormente sólo había trabajado en fábricas y ahora se alegra de trabajar al aire libre. 

En el Jardín Bella Vista hay 35 mil parcelas que miden 1 metro x 2 x 3 de profundidad. Cada una tiene tres niveles con capacidad para depositar tres ataúdes (con 40 centímetros de espacio entre ellos) o nueve urnas, y/o dieciocho ceniceros.

Mario estaba de franco el día que la historia del fútbol argentino cambiaba para siempre. Era su día libre y a las dos de la tarde tenía un turno para ir al médico. «Prendo la tele antes de irme y veo que Diego se había descompuesto. Les mando mensajes a mis compañeros que estaban trabajando para comentarles, y a los cinco minutos dicen que falleció. Les aviso y no lo podíamos creer. Fue shockeante», recuerda. 

Mario Acevedo se encarga de mantener el parque pero también es uno de los que cavan tumbas con retroexcavadoras. Foto: Guillermo Adami.

Mario Acevedo se encarga de mantener el parque pero también es uno de los que cavan tumbas con retroexcavadoras. Foto: Guillermo Adami.

«Al día siguiente fue todo revolución. Cuando nos confirmaron que lo iban a traer acá tuvimos que venir más temprano a trabajar y asegurarnos, como siempre de que todo salga bien. Yo estaba nervioso porque implicaba muchas cosas el Diego. Iba a haber mucha gente pendiente de lo que pasara acá dentro. En mis 27 años de vida era la primera vez que veía algo así», intenta sintetizar Mario. 

Mientras el féretro de Diego Maradona salía de la Casa Rosada y recorría una caravana de casi 40 kilómetros que parecía infinita, Mario y el resto de sus compañeros llegaron a ver algunas de esas imágenes por el noticiero y quedaron atónitos. A las 19 llegaba el cuerpo. 

Ficha Mario Acevedo

«La gente haciendo la cola para despedirse de él y después la llegada hasta acá con miles de fanáticos afuera del cementerio fue emocionante. Es una desgracia enorme lo que pasó, y estar de este lado, puertas adentro, hacía que no lo pudiera creer», recuerda Mario.

Si bien está acostumbrado a su rutina, «de vez en cuando» no puede evitar pasar por la parcela de Diego y mirarla con un cariño especial. «Yo lo veo como si fuese mi familia, lo recuerdo como hincha de Boca, lo que significó su figura para el club, y para la Selección Argentina. A veces estamos hablando con mis compañeros y decimos, ‘che, la cantidad de hinchas o fanáticos que quisieran despedirlo y darle su cariño y nosotros estamos acá’». 

“Como hincha de Boca para mi Diego es lo más grande que tiene el Club. No me imagino que haya otro como él, es inigualable

Sebastián De La Cruz

Mario Acevedo

Sepulturero

Y es que, después de casi un año del fallecimiento del ídolo máximo del fútbol argentino, su memoria esta más viva que nunca. «Nos pasa muy seguido que viene algún familiar de otra parcela y nos pregunta, ‘che, acá esta el Diego, ¿no?’. Nosotros les explicamos que sí, pero por cuestiones de seguridad no se pueden acercar. Si nos dejan alguna flor se la llevamos con mucho respeto», revela Mario.

Mario es religioso y también fanático del fútbol. Por eso sospecha que el título de la Selección de Messi en la Copa América tiene, en parte, una «manito» de Diego Armando Maradona desde el cielo. «Creo que hay una mística muy linda ahí. Justo se dio 24 años después del ’86. Eligió pensarlo así», dice con una sonrisa.

Reglas inquebrantables para la memoria del 10

Los responsables del terreno detallan las reglas del predio privado donde alguna vez tuvo acciones la familia de Matías Alé son estrictas y rigurosas.

Uno: nadie que no tenga familiares enterrados puede acceder.

Rafael, Osvaldo y Mario, tres guardianes férreos de las reglas en el cementerio donde descansa Maradona. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Rafael, Osvaldo y Mario, tres guardianes férreos de las reglas en el cementerio donde descansa Maradona. Foto: Guillermo Rodriguez Adami.

Dos: todas las tumbas son idénticas. Pueden tener una lápida de mármol o granito, por ejemplo, pero no placas metálicas, monumentos ni monolitos.

Tres: sólo se pueden dejar flores naturales. Si alguna familia lleva plantas artificiales u otros objetos, les piden que los retiren.

La cuarta máxima rige desde noviembre de 2020: está prohibido acercarse a menos de 15 metros de la tumba de Diego Armando Maradona. «Hay un agente policial de la Bonaerense, dispuesto por la Justicia las 24 horas, que hace cumplir el pedido de la familia, que es que nadie saque fotos ni filme la lápida», explica el vicepresidente de Jardín Bella Vista.

El efectivo no está solo: también hay un poste con una cámara de vigilancia domo y un reflector que se instaló en el tiempo récord de una semana, con cables enterrados para no cortar la estética del predio, y controla a todo el que circula por la zona. También a los propios agentes y trabajadores. 

«Imaginate que a Perón le cortaron las manos… quién te dice que alguien no pueda querer cometer una locura con los restos del mayor ídolo popular del planeta», sostiene otro trabajador del lugar.

Rafael Verdún recuerda que un día entró un chico buscando la tumba de su abuela, con camiseta de Boca. «Encontramos el lugar donde estaba su familiar, pero vimos que en la mano tenía un papel como si fuera un mapa del tesoro, con el sector marcado donde está la lápida de Diego. Esas cosas suceden». 

«A veces no podés evitar que alguno pase cerca de la tumba y la mire con respeto, se persigne o quiera llorar un rato», agrega De la Vega, ​vicepresidente del cementerio. «Acá es uno más, pero no deja de ser el ídolo más grande del mundo de todos los tiempos, y así merece ser recordado».

Fuente: Clarín