Un perro robot ya circula por las calles de Boston

Spot es la primera mascota robótica diseñada para tareas industriales. Colabora con la Policía de Massachusetts y es capaz de arrastrar un avión.

El frío del invierno en Boston puede congelar la botella de agua que se lleva en la mochila. No perdona. Por eso Ruthie espera, en la parada del bus 70, recostada sobre un acolchado con calefacción y cubierta por una capa impermeable con cierres laterales. Tiene un gorro rosa con orejeras, bufanda a cuadros en tonos pastel, botas de cuero ecológico y un tapado de la tela más abrigada que se pueda encontrar en esta ciudad. De un costado de esa especie de refugio polar privado, cuelga un cartel: Si me pierdo, llame al 617-XXX-1042.

Ruthie es una perrita caniche toy. Y su dueña, que no para de verificar que la temperatura del carro de su mascota esté ideal, guiña un ojo y cuenta: “Si no cuido a mi compañía, a quién voy a cuidar”. ¿Y le gustaría tener un perro robot como mascota?, le pregunta Viva. La mujer, que debe tener más de 70 inviernos encima, no quiere saber nada: “¿Para qué?”.

Las empresas que se dedican a la investigación en robótica, las más importantes en Japón y en los Estados Unidos, tienen como objetivo mejorar los diseños de sus robots para hacerlos más amigables y que alguna vez puedan convertirse en eso que ofrece Ruthie: una buena compañía. Para alcanzar esa meta, entre otras, están redoblando todos sus esfuerzos.

En Boston, la ciudad que concentra la mayor cantidad de Premios Nobel por metro cuadrado, está Boston Dynamics, una de las empresas líderes en robótica. Y no es casual que esté instalada aquí. Su creador, Marc Raibert, la fundó en 1992, luego de abandonar su puesto de profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática en el MIT.

Desde entonces, sus prototipos evolucionaron tanto que ya tiene entre sus filas a un robot de aspecto humanoide, el impresionante Atlas, de 1,83 metro de altura, y a otros que imitan las formas y características de algunos animales. Uno de ellos, Spot, al que presentan como perro robot, salió hace unos meses por primera vez de su cucha y ya está en funciones en algunas empresas, organismos como la Policía de Massachusetts, y hasta ensaya en los cuarteles del Cirque du Soleil, donde intentan averiguar si sería capaz de lucirse sobre un escenario con alguna de sus gracias.

Spot tiene un lenguaje corporal juguetón. Foto: Boston Dynamics.

Spot tiene un lenguaje corporal juguetón. Foto: Boston Dynamics.

Viva hizo contacto con Marc Raibert, quien ahora es presidente de la empresa; con su CEO, Michael Perry, y con Natalie Alper, su experta en Marketing; y vio los lugares donde “entrenan” a sus robots y los ponen a prueba presentándoles varias dificultades.

Unico en su especie

En el universo de perros robóticos, Spot no está solo. Pero sí es el único de su especie. Hasta ahora, lo que se intentó lograr es un perro lo más parecido posible al animal real, y esa idea se corporizó en Aibo. Pero Spot es otra cosa: es fuerte, no tiene cara de perro y fue creado para trabajos industriales y para colaborar cuando el humano, por sus limitaciones físicas, no pueda actuar.

Boston Dynamics nació como una empresa emergente, una típica star- up surgida de la iniciativa científica de Marc Raibert, pero tuvo un ascenso vertiginoso: primero fue comprada por Google en cifras millonarias y después por SoftBank, un gigante japonés focalizado en tecnología. El edificio está conformado por módulos simétricos, varios de ellos con hangares espaciosos.

El precio de Spot es equivalente a un auto de lujo, pero no lo vendemos aún. Lo cedemos bajo el compromiso de no equiparlo con armas.Natalie Alper, de Boston Dinamycs

Por su aspecto podría confundirse con un hotel o una gran escuela. Pero aquí se respira ciencia y tiene los reparos de toda empresa que diseña futuro: seguridad y control. Igual que la NASA, son muy celosos de sus secretos. En sus alrededores hay un pequeño bosque y otro sector con pendientes y elevaciones dignas de una pista de mountain bike.

En este escenario natural “entrenan” a sus robots y se filman los videos que luego se viralizan en las redes. Aquí testearon a Spot, con sus 30 kilos de peso y cuatro patas delgadas que le permiten moverse ágilmente, tanto que, con música, hasta puede tirar algunos pasos y presentar coreos.

“Para nosotros es un verdadero hito que Spot pase del ámbito del laboratorio a la vida real, nos complace que pueda estar en esta nueva etapa, le auguramos lo mejor”, dice Raibert a Viva.

Con una batería que le permite una autonomía de 90 minutos, Spot puede ser parte de la empresa o institución que realice un contrato de arrendamiento con Boston Dynamic.

“No vamos a revelar cifras, pero es como el precio de un auto de lujo. No lo vendemos aún. Hacemos contratos en donde cedemos el uso de Spot por un período de tiempo. Lo que sí exigimos a las empresas o instituciones privadas es conocer exactamente qué tareas le asignarán a nuestro robot y firmar un compromiso para prohibir que se lo equipe con elementos riesgosos como armas. Este robot fue diseñado para tener precaución”, dice Natalie Alper.

Y tiene razón: ¿qué pasaría si los 30 kilos de este perro robot cayeran sobre un niño? Por eso Spot, en esta primera salida a la vida real, sólo se moverá en ámbitos vigilados, con tareas específicas, en lugares en donde no haya riesgos de accidentes para humanos.

Funcionalidad

¿Qué puede hacer? Su fuerza fue testeada varias veces. En Boston Dynamics desarrollaron un modelo de robot con cuatro patas que fue capaz de arrastrar un avión. Solito, sin ayuda.

Spot tiene un espacio en el lomo para adosar un brazo robótico. Su motricidad es tan fina que puede tomar un picaporte, girarlo y abrir una puerta sin problemas. De modo que podría ser programado para salir a la calle y traer algo o, en una versión que pueda convivir con una familia, en una casa, alcanzar una lata de gaseosa o cerveza.

El 23 de julio de 2016, la empresa robótica de Boston presentó un video en donde se podía ver a Spot (en ese momento se lo llamaba Mini Spot), con 25 kilos de peso y notoriamente más ágil que un modelo anterior.

Spot está diseñado para colaborar en tareas industriales. Foto: Boston Dynamics.

Spot está diseñado para colaborar en tareas industriales. Foto: Boston Dynamics.

En esa etapa no se sabía cuál sería el uso que se le podría dar. Ese siempre fue uno de los puntos flacos de Boston Dynamics: son capaces de hacer robots espectaculares, y los promocionan bien con videos que superan los dos millones de visitas. Pero a la hora de la rentabilidad… Cuando la compañía estuvo en manos de Google tampoco lograron que sus prototipos fueran “amigables y vendibles”.

Por eso, la apuesta de sacar a Spot a la calle tiene tanta relevancia para ellos. Para Michael Perry, “el interés principal, en este momento, es que el robot actúe en situaciones en las que pueda recopilar información en un entorno que sea peligroso para enviar a una persona. Eso es lo que más nos importa”.

La Policía de Massachusetts tiene ese objetivo: que pueda actuar cuando sus oficiales, por el peligro del entorno o la situación, no puedan hacerlo. También podría desempeñarse bien en un incendio. Su estructura puede soportar más de 40 grados centígrados, de modo que podría ser un aliado invalorable en el rescate de víctimas. Por el momento, ya está en el mundo real. Ahora hay que seguir evaluando su “comportamiento” y su rendimiento.

Nació como un robot que pretende ser útil, pero todavía esta lejos de reemplazar a una Ruthie. Cuando uno lo ve en acción parece que estamos a las puertas de una nueva etapa de la interacción del hombre con las máquinas. Pero los técnicos de esta empresa sólo muestran lo que no falló.

Los bloopers quedan para consumo interno o para divulgarlos amablemente en imágenes de un backstage. Lo que pasa en Boston Dynamics, queda en Boston Dynamics. 

Fuente: Clarín