El Reino: en medio del éxito y las polémicas de la primera temporada, confirmaron la segunda

A tan solo dos semanas de su estreno, la producción ya tiene luz verde para continuar la historia protagonizada por Diego Peretti, Mercedes Morán, Joaquín Furriel, el Chino Darín y Peter Lanzani. Con fanáticos y detractores, la serie sigue ubicada entre los títulos más vistos de la plataforma Netflix.

Solo hicieron falta dos semanas para que Netflix confirmara la segunda temporada de El Reino. Es que la producción argentina creada y escrita por Marcelo Piñeyro y Claudia Piñeiro, dejó muchos cabos por atar. Protagonizada por Diego Peretti y Mercedes Morán, la historia muestra cómo un pastor evangélico se transforma en candidato a la presidencia del país, cuyo compañero de fórmula es asesinado durante el acto de cierre de campaña.

Este thriller es una producción 100% original de Netflix y fue la primera serie argentina que retomó el rodaje y grabación durante la pandemia. “El viejo mundo muere, el nuevo tarda en aparecer y en ese claroscuro surgen los monstruos”, es la frase con la que comienza la historia que se sumerge en el entramado político, religioso y social del armado de una campaña política combina una alta dosis de drama y misterio.

Los ocho episodios son protagonizados por un elenco de lujo: Chino Darín, Nancy DuplaáJoaquín Furriel y Peter Lanzani, entre otros y sigue la historia de Emilio Vázquez Pena (Diego Peretti), un pastor candidato a vicepresidente de la República cuyo compañero de fórmula, Armando Badajoz (Daniel Kuzniecka), es asesinado súbitamente durante el acto de cierre de campaña. El conflicto se centra en descubrir quién es el asesino y cuáles fueron sus motivos, mientras el pastor se prepara para ser el nuevo dirigente político del país.

“Nuestros miembros han disfrutado de El Reino y sus increíbles personajes, por lo que vamos a seguir indagando en este rico y complejo universo en una segunda temporada. Continuar trabajando con todo el equipo de El Reino nos entusiasma y, además, comprobar que la serie ha demostrado el gran nivel de calidad y talento de la comunidad creativa local es una satisfacción muy grande para todos los que hemos sido parte de este proyecto. Queremos seguir contando historias argentinas de la mano de los mejores creadores en este maravilloso país”, anunció Francisco Ramos, vicepresidente de contenido para Latinoamérica de Netflix, en el comunicado.

La serie también despertó críticas y en un comunicado, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas se expresó descontenta con el guion. En uno de sus pasajes más contundentes, afirmaron: “Crear un producto cultural, como es una ficción de cine o una serie, desde la base del odio, para generar rechazo social a un colectivo religioso, es un acto que no realza la belleza de una profesión que se debería caracterizar por la transparencia y pureza intelectual y creativa, y no por usar la actuación para denostar y fogonear el rechazo social a quienes piensan distinto a quien produce esa obra.” Por otro lado, responsabiliza del guion exclusivamente a Claudia Piñeiro, omitiendo que co-escribió la obra junto a Marcelo Piñeyro, de quien no dicen nada.

¿De qué va la segunda temporada?

Si bien no hay fecha de inicio de rodaje ni mucho menos de estreno, ya podemos vislumbrar el rumbo que tomaría esta continuación. Ojo, si no terminaste de ver la serie, ¡no sigas leyendo!

Con el correr de la investigación judicial al pastor y su familia, comienzan a salir los trapos sucios del nuevo candidato a presidente (Diego Peretti): dinero escondido en el templo, pedofilia y niños desaparecidos. Sin embargo, todo se torna complicado cuando se suicida el único testigo de la fiscal que investiga el caso, Roberta Candia (Nancy Duplaá), en el mismo momento en que ella es apartada de su puesto y Julio Clamens (Chino Darín), mano derecha del pastor, pretendía entregarle pruebas contundentes contra su jefe. Y cuando todo parecía una victoria rotunda, Emilio Vázquez Pena deja un cabo sin atar: nombra como jefe de Gabinete a Clamens.

Entonces algunos de los interrogantes, desde este disparador, serán si tomarán estado públicos los abusos del pastor; si caerá su imperio religioso que mueve millones; cómo ejecutará la presidencia ya en el poder y qué sucederá con el hogar de niños en el que se producen los abusos.