«La casa Gucci»

Comentario de Amadeo Lukas, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Dirección: Ridley Scott

Guion: Roberto Bentivegna, Becky Johnson sobre libro de Sara Gay Forden. Reparto: Lady Gaga, Adam Driver, Al Pacino, Jeremy Irons, Jared Leto, Salma Hayek.

En el estilo “Todo el dinero del mundo”, donde abordaba con agudeza y nervio el Caso Getty, Ridley Scott ahora se ocupa de otra dinastía europea de alto rango: la familia Gucci. Una trama relativamente contemporánea, muy alejada de pasados más remotos como los de 1492 su reciente “El último duelo”, ni de obras maestras futuristas como “Blade Runner” o “Alien” (que tuvo también en sus manos precuelas notables a través de “Prometeo” y “Alien Covenant”). Entre otros géneros y épocas que Scott ha llevado adelante con su habitual talento y destreza cinematográfica.

“La casa Gucci” es una película que -con naturales licencias expresivas y argumentales, claro-, aborda una historia de la vida real, y parece estar dividida en dos claros capítulos o segmentos. En el primero va desarrollando de manera distendida y puntillosa las distintas ramas familiares del apellido del título y, fundamentalmente, una trama amorosa clave. Es la que tiene lugar entre Maurizio Gucci, el preferido de varios integrantes de la parentela, y Patrizia Reggiani, una mujer atractiva, seductora y ambiciosa, que será parte tanto de la unión familiar como de la discordia y la ruptura, y más aún. En el segundo tramo la historia se interna en terrenos mucho más divergentes y sombríos, sobre los cuales no vale la pena ahondar para que las incidencias se sigan con interés.

Las actuaciones realmente sorprenden, por las personificaciones y por los nombres que integraron el cast. En mi caso fui a ver la película sabiendo casi nada de la trama y muy poco del elenco, y así fue que no advertí de entrada que Lady Gaga componía a Patrizia, pensaba que era una actriz italiana, y a Jared Leto directamente no lo reconocí en todo el metraje. No podía imaginarme que era Paolo Gucci, una verdadera transformación de uno de los mejores y más camaleónicos actores contemporáneos. A no dejar de observar con detenimiento su fenomenal trabajo, al igual que el de ella, dos excepcionales caracterizaciones. Lo propio el resto de los intérpretes: el gran Al Pacino –cada ademán, cada gesto, un deleite-, Jeremy Irons, Adam Driver, Salma Heyek, todos magníficos, al igual que el más pequeño rol de reparto. Más allá de que posiblemente haya sido un encargo, un gran trabajo de Scott, que como artesano que como artesano es siempre también un creador.

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Amadeo Lukas – Periodista de espectáculos y crítico de cine. Miembro de APTRA, Asociación de Cronistas Cinematográficos y Premios Gardel. Cancionista.