La historia de “Humo sobre el agua”: del riff que se inspiró en Beethoven al “estúpido con una bengala”

A 50 años de Machine Head, publicado el 25 de marzo de 1972, el genial disco de Deep Purple que entre sus joyas traía “Smoke on the Water”, la historia definitiva de la canción que marcó un antes y un después en la historia del rock.

Ludwig Van Beethoven, un refugiado checo llamado Zdeněk Špička, Frank Zappa, los Rolling Stones, el festival de Jazz de Montreaux y el lago de Ginebra, en Suiza. Todo eso junto parece ser lo que se condensa dentro de la fórmula -tan secreta como accesible; viral y ligera como el mejor meme aunque con el peso de un tanque de guerra- por detrás del riff de “Humo sobre el agua” (“Smoke on the water”). Acaso la definitiva introducción a la guitarra eléctrica en la Fender Stratocaster de Ritchie Blackmore, el cejijunto y malhumorado guitar hero de Deep Purple entre 1968 y 1975, con un regreso entre 1984 y 1989, hasta su definitivo adiós en 1993 cuando dejó la formación que contribuyó a darle forma al hard rock inglés (“rock pesado”, acá) junto a Black Sabbath y Led Zeppelin.

Ficciones como El Mundo Según Wayne y, en la era del streaming, la serie Better Call Saul dan cuenta casi de un gesto universal. Aquel del rocker amateur que entra embelesado a una casa de instrumentos musicales y siente la excitación de escucharse a sí mismo amplificado tocando este, el riff absoluto: el allegro con brío de la “Quinta Sinfonía” de Beethoven traducido a Vietnam, contracultura y violencia política.

Deep Purple, cuyo uso del barroco merecería ser llamado Bachplotation, consiguió dar con la clave (para nada temperada: para 1972 ostentaban el récord Guiness de decibeles sobre un escenario) del rock pesado invirtiendo aquellas notas que convirtieron a la “Quinta Sinfonía” en la Mona Lisa de la música occidental. Un sonido que excede a su creador y a las audiencias eruditas para devenir un feeling, sonotipo de misterio o de inminencia, en el uso plebeyo del siglo XX.

Blackmore, según su propia reconstrucción del hit, trabajó el riff sobre una escala invertida del célebre allegro romántico que Beethoven compuso al borde de la sordera (una afección a la que la exposición reiterada a Deep Purple podía conducir) y estrenó en diciembre de 1808 en el Theater An der Wien de Austria. El contexto no era menos violento, pues, que aquel en el que “Humo sobre el agua” rubricó su molde. Viena se encontraba ocupada desde hacía tres años por las tropas de Napoleón Bonaparte. En Smoke on the water: The Deep Purple story, la mejor historia escrita sobre Deep Purple (la bibliografía es mínima para la enorme influencia que el grupo tuvo) Blackmore reconoce la deuda con el compositor alemán: “Le debo un montón de plata”. Y es que sí: editada como simple, “Humo sobre el agua” le reportó a Deep Purple su primer millón de discos vendidos en Estados Unidos. EMI la lanzó en ese formato el 1 de mayo de 1973 con la versión en vivo tomada para el álbum Made in Japan (uno de los mejores discos en vivo del rock) en el lado B. La edición parecía repetir la obsesión morosa del riff: era como la fórmula Perón-Perón de las elecciones argentinas de 1974. Un cinta sinfín para que la canción redundara en su hipnótica pesadez, ese arrastrarse como de hippies apunados en el viaje iniciático a Katmandú.

Como si al álbum Machine Head en el que abría el lado 2 le hubieran faltado potenciales hits. Grabado por la mejor formación de Deep Purple (Ian Gillan en voz; Roger Glover en bajo; Jon Lord en órgano; Ian Paice en batería y Blackmore en guitarra) conocida como Mark II, el sexto LP del grupo era un Smash Hits en sí mismo: “Highway Star”, “Lazy”, “Space Truckin”, “Never Before”, “Pictures of Home”, “Maybe I’m a Leo”. Clásicos instantáneos que definieron para siempre el sonido de Deep Purple y se proyectaron al futuro cada vez que un adolescente redescubría esa tapa donde el retrato de los cinco Purple se ve ligeramente deformado como en uno de los prodigios Op de Julio Le Parc.

Contemporáneo de Pescado Rabioso 2 (hay una correspondencia muy directa en el uso del Hammond que hacen Lord y Carlos Cutaia) y el Pappo’s Blues con Machi y Pomo (“Stratocaster Boogie”), Deep Purple fue argentinizado mucho antes de que tocaran por primera vez en Buenos Aires, en 1997. Por eso se habla aquí más de “Humo sobre el agua” que de “Smoke on the Water”, que metió al hard rock en la pista de baile siguiendo el efecto de Creedence y Johnny Rivers entremezclados con el soul de Atlantic y Motown. Pero “Humo sobre el agua” como música bailable no fue una imposición de EMI sino que surgió del oído de un disc jockey legendario: José de Tarot.

Tarot era una discoteca en el barrio de Flores, muy cerca de la Plaza y de otro templo de la nocturnidad de los 70: Bamboche. Y esta es la historia según la cuenta hoy José: “Entré a trabajar en la disco en marzo del 74. Discos como Machine Head de Deep Purple ni los dejaban pasar por la puerta de los boliches directamente; no era música para bailar. A mí me gustaban pero para trabajar pasaba soul, sobre todo, y me animaba a poner Creedence y Foghat o algún tema de Grand Funk Railroad que tenían ritmo. Entre los discos que había en Tarot estaba la edición uruguaya de Made in Japan, que traía la versión en vivo de ‘Humo sobre el agua’. Me pareció que tenía una cuadratura única y me largué a ponerlo para abrir la matiné de los domingos, que era para los más chicos. Y fue una fiebre. Venían a preguntarme de quién era ese tema, se volvían locos. Y así la fueron pasando en otras discos. Alguna vez me animé a ponerla en la trasnoche pero fue una excepción: Deep Purple no era para ese público”. Tal crossover no se repetiría en la historia del grupo y su herencia quedaría custodiada aquí por el “metal clásico” de Rata Blanca.

Ritchie Blackmore en un recital en Japón, en 1972
Ritchie Blackmore en un recital en Japón, en 1972Koh Hasebe/Shinko Music – Hulton Archive

A tal punto no era un tema bailable que EMI global no apostó a “Humo sobre el agua” para lanzar el LP Machine Head en las radios sino a “Never Before”, canción que cerraba el lado 1, con “When a Blind Man Cries” en la cara B, una sentida balada que se agregó al trackslisting original en su reedición en CD. Acaso porque sonaba más pop en su estribillo que el resto de un álbum que no da respiro. Hay que ser muy fan del grupo para recordar la cadencia ensoñada previa al solo de guitarra de Blackmore de “Never Before” mientras que cualquiera podría ser capaz de rumiar el riff de “Humo sobre el agua” sin saber ni siquiera cómo se llaman el guitarrista ni la banda. En la Argentina, el álbum fue editado con el sticker de “Convivencia Sagrada”, una serie selecta de lo que llamaba música progresiva en la salieron los dos primeros discos de Queen y joyas del kraurock alemán como Future Days, de Can. Nada más alejado de la idea de bailar que los discos de “Convivencia Sagrada”, pues. Y el simple no tuvo versión nacional a pesar de que se habían editado antes, en el 71, los simples de “Fireball” y “Speed King”. ¿Les habrá parecido que no tenía punch?

Deep Purple a comienzos de los años 70
Deep Purple a comienzos de los años 70Gentileza EMI

“Humo sobre el agua” no sólo es el hit absoluto de Machine Head sino su propia crónica escrita en formato de canción como una antigua saga nórdica. Una vez que al riff doblado en el órgano distorsionado de Jon Lord se le suman el hi hat de Ian Paice y el pulso monótono de bajo de Roger Glover (ese abracadabra que dura 51 segundos) la voz de Gillan, en su registro más ronco, da cuenta de la odisea púrpura.

La letra, entonces, parece una declaración testimonial. Se canta así sobre el estudio móvil que EMI les había alquilado a los Rolling Stones para grabar en el casino de Montreaux y lo que sobrevino: “Llegamos todos a Montreaux sobre la costa del lago Ginebra/Para hacer grabaciones en un estudio móvil/No teníamos mucho tiempo/Frank Zappa y los Mothers estaban en el mejor lugar cerca/pero un estúpido con una bengala quemó el lugar”.

No hay metáfora ni invención aquí. Purple esperaba utilizar el estudio móvil dentro del Casino de Montreaux pero durante un show de Zappa el exiliado checo Zdenek Spicka (el “estúpido con una bengala”) disparó una bengala al techo de ratán incendiando el lugar. La identidad del pirómano fue difundida por la policía suiza pero ya era demasiado tarde: el checo huyó en avión del país al día siguiente. Tampoco hay metáfora o juego de palabras en el estribillo: “Humo sobre el agua, fuego en el cielo”. Es la postal del lago de Ginebra que los Purple atisbaron desde las habitaciones del hotel en el que paraban mientras el Casino se deshacía entre llamas y el “Funky Claude iba y venía sacando a los chicos” (Gillan canta en la estrofa siguiente sobre Claude Nobs, director del Festival de Jazz de Montreaux).

Deep Purple
Deep PurpleGentileza EMI

La mañana siguiente al incendio, Roger Glover despertó con la idea de una canción que se llamara así: “Smoke on the Water”. Fue el 5 de diciembre de 1971 y fue el comienzo del riff definitivo que Blackmore maquetó en el teatro The Pavillion antes de que el grupo entero le diera forma semanas después en el Grand Hotel de Ginebra. Machine Head se publicó el 25 de marzo de 1972 poniendo en marcha el mejor capítulo de la historia de Deep Purple hace ahora medio siglo. En su crónica devenida obra maestra del hard rock (chequear en el estribillo el contagio del swing latino de Santana), Purple traería sucesos argentinos del siglo XXI. Aquello de “un estúpido con una bengala” resuena distinto entre nosotros desde diciembre de 2004. Claro que Deep Purple no promocionaba fuegos de artificio en los anuncios de sus shows.

Fuente: Fernando García , La Nación