Las bandas que vieron la gloria después de cambiar sus nombres

Green Day se llamó en un principio Sweet Children: ¿hubieran llegado lejos con ese nombre?

Si elegir el título adecuado para una canción es difícil, buscar el nombre correcto para una banda lo es más aún. Lejos de arbitrarias y apresuradas, estas decisiones demandan tiempo porque de ellas depende la creación de un universo y un imaginario propios. Algunas veces esa nomenclatura traerá consigo una historia relacionada con su elección, abrirá las puertas a una suerte de mitología personal, o simplemente confirmará que se trató todo de un acto impulsivo.

Pero, aunque parezca mentira, muchas veces esos nombres que ya forman parte del inconsciente colectivo estuvieron a punto de ser otros, o incluso lo fueron durante mucho tiempo. A modo ilustrativo, diez ejemplos de bandas que por suerte tomaron la decisión correcta antes de pasar a la historia… sin pena ni gloria.

Radiohead

Los cinco miembros de Radiohead se conocieron mientras estudiaban en la escuela secundaria. Al momento de armar una banda, decidieron fijar los ensayos para los viernes por la noche, por lo que el grupo pasó a llamarse On a Friday. A medida que comenzaron a hacerse conocidos, hasta grabaron un demo con algunas de las canciones que terminarían en el debut de Radiohead, Pablo Honey. Al momento de firmar un contrato con EMI, los ejecutivos del sello sugirieron que se buscasen un nombre nuevo, y Thom Yorke y compañía encontraron la inspiración en uno de sus temas favoritos de Talking Heads: «Radio Head».

Led Zeppelin

Jimmy Page había entrado como bajista al grupo de blues The Yardbirds porque el puesto de guitarrista lo ocupaba Jeff Beck (en reemplazo a su vez de un tal Eric Clapton). Al tiempo, Page pasó a compartir el rol en las seis cuerdas con Beck, y después a ser el único responsable tras la dimisión de su compañero. Mientras más y más integrantes abandonaban el barco, Page invitó a varios colegas (entre ellos John Entwistle y Keith Moon, la base rítmica de The Who) hasta dar con quienes serían sus compañeros en Led Zeppelin. Dispuesto a explotar el éxito reciente, bautizó al proyecto The New Yardbirds, hasta que al tiempo recordó que Keith Moon había rechazado su oferta anterior aludiendo que el proyecto se iría a pique como «un zeppelin de plomo» (Lead Zeppelin). Una letra menos y asunto resuelto.

Oasis

Aunque parezca mentira, ni Liam ni Noel Gallagher estuvieron en el comienzo de la banda que los haría conocidos mundialmente. El baterista Tony McCarroll, el bajista Paul McGuigan y el guitarrista Paul Arthurs tenían una banda llamada The Rain, en la que la voz estaba a cargo de un tal Chris Hutton. Como no estaba muy conforme con el cantante, Arthurs invitó a Liam a ocupar ese puesto, y recién varios meses después de su incorporación sugirió cambiar el nombre de la banda. Oasis sacó su nombre de un poster de una gira de Inspiral Carpets (la banda para la que Noel trabajaba como plomo), que anunciaba un show en una sala de Swindon llamada Oasis Leisure Centre. Recién después de todo esto el Gallagher mayor se sumó al proyecto.

Black Sabbath

Aunque la unión de fuerzas en Black Sabbath se dio con extrema facilidad al sumar voluntades de dos bandas fracturadas (Tony Iommi y Bill Ward por un lado, Geezer Butler y Ozzy Osbourne por el otro), ponerle nombre al nuevo proyecto no fue tan simple. En 1968, el nuevo grupo se dedicaba al blues rock bajo el nombre The Polka Tulk Blues Band (algo así como «la blues band del tul de lunares»), pero no convencía a nadie en especial, ni a Iommi en particular. El guitarrista quería algo que sonara más vinculado al nuevo sonido pesado del grupo, así que propuso Earth, un nombre que hubo que dejar de lado por la notoria cantidad de bandas inglesas tituladas de la misma manera. La ayuda vino de la mano del bajista, que tuvo una revelación después de ver la cola de gente dispuesta a entrar al cine para ver una película de terror de Boris Karloff llamada. Black Sabbath.

The Cure

El comienzo de la banda de Robert Smith fue tan acelerado, que casi rompió un récord si se tiene la cantidad de nombres en tan poco tiempo. Formado en 1973, el grupo era un sexteto llamado The Obelisk en el que Smith se desempeñaba como pianista. A medida que las influencias empezaron a cambiar, también rotaron los integrantes, y el proyecto pasó a titularse Malice. Al tiempo, el grupo se rebautizó Easy Cure, un nombre tomado de una de las composiciones del baterista Lol Tolhurst, pero como le sonaba «demasiado hippie» según sus palabras, Smith lo acortó eliminándole el adjetivo.

Joy Division

En 1976, el bajista Peter Hook y el guitarrista Bernard Sumner fueron juntos a un show de Sex Pistols en el Lesser Free Trade Hall de Manchester. Inspirados por el desaliño punk de Johnny Rotten y compañía, el dúo reclutó a Ian Curtis como cantante y, junto a un baterista transitorio, dieron forma a Warsaw (Varsovia), un homenaje solapado a la canción «Warszawa», de David Bowie. Luego de sumar al baterista Stephen Morris y de grabar algunos demos, la banda decidió cambiarse de nombre para evitar confusiones con un grupo de Londres llamado Warsaw Pakt. La nueva nomenclatura salió de un libro escrito por un sobreviviente del Holocausto que detalló que ese era el término utilizado para las esclavas sexuales en los campos de concentración.

Joy Division Fuente: Archivo

Simon & Garfunkel

Amigos desde la infancia, Paul Simon y Arthur Garfunkel empezaron a escribir canciones juntos en 1956, cuando eran apenas unos adolescentes. No muy convencidos con sus nombres reales, ambos se rebautizaron: Simon adoptó el nombre artístico de John Landis, y Garfunkel el de Tom Graph. Sin miedo a una denuncia de Hanna-Barbera, el dúo luego pasó a llamarse Tom & Jerry, y llegó a tener un éxito con su primer simple, «Hey Shoolgirl». Sin embargo, tras su primer fracaso, ambos decidieron concentrarse en sus estudios, y no fue hasta 1964 que reflotaron su carrera musical, ya con sus apellidos originales. Si tan solo hubieran sabido que de este lado del océano existían Pedro y Pablo…

Blur

Suele decirse que la guerra entre Blur y Oasis representa dos polaridades: el de la clase media instruida por un lado, y el de los working class heroes por el otro. Damon Albarn, el baterista Dave Rowntree y el guitarrista Graham formaron una banda llamada Circus mientras estudiaban arte en la universidad de Goldsmiths. Luego de cambiar de bajista e incorporar en ese rol a Alex James, el grupo pasó a llamarse Seymour, en homenaje a JD Salinger y su relato Seymour: una introducción.

Al momento de firmar un contrato, el sello Food Records manifestó que no estaba muy de acuerdo con el nombre y le dio a la banda una lista de posibles sugerencias, de la cual Albarn y los suyos terminaron eligiendo Blur.

Pink Floyd

Roger Waters, Nick Mason y Rick Wright comenzaron a tocar junto a otros tres amigos bajo el nombre Sigma 6, una banda en la que sólo Mason tocaba el instrumento por el que se haría conocido (Waters y Wright figuraban como guitarristas al ya estar ocupado el bajo y por la falta de un teclado, respectivamente). El proyecto pasó a llamarse de distintas formas (Meggadeaths, The Abdabs, The Screaming Abdabs y Spectrum Five), antes de establacerse como The Tea Set, en 1964. Ese mismo año entró a la banda el cantante y guitarrista Syd Barrett, que sugirió un último cambio de nombre en honor a dos de sus bluseros favoritos: Pink Anderson y Floyd Council.

Green Day

BIllie Joe Armstrong y el bajista Mike Dirnt comenzaron a tocar juntos en 1986, y dado que ambos tenían 14 años, bautizar a su proyecto como Sweet Children pareció una decisión lógica en su momento. Con el pasar de los años, la banda fue ganando notoriedad y así fue como llegó el primer contrato discográfico con el sello indie Lookout. Antes de firmar, Armstrong y Dirnt decidieron dejar el nombre atrás para evitar confusiones con la banda californiana Sweet Baby, y buscaron un nuevo título más acorde a su pasatiempo favorito: fumar marihuana.

Para no cortar amarras de manera tan brusca con el pasado, Green Day tituló «Sweet Children» a su tercer EP, y en 2015 se presentó bajo ese nombre con un show sorpresa en el House of Blues la noche anterior a su inducción en el Salón de la Fama del Rock and Roll, un guiño a sus fans más entendidos.

Fuente: Joaquín Vismara, La Nación