La cuenta regresiva para el Oscar 2022 empieza a acelerarse. Acaba de confirmarse la segunda lista de figuras encargadas de presentar segmentos y entregar premios durante la ceremonia que se va a transmitir por TV a todo el mundo desde Hollywood en la noche del domingo 27 de este mes. La integran Anthony Hopkins, Lily James, Simu Liu (Shang Chi, la leyenda de los diez anillos), Rami Malek, John Leguizamo, Uma Thurman y la diseñadora de vestuario Ruth E. Carter, ganadora en 2019 del Oscar por Pantera Negra.
El anuncio ratifica la decisión de la Academia de Hollywood de conformar el elenco completo de presencias estelares en el escenario del Oscar a partir de la afirmación de un criterio muy fuerte de diversidad. Estos nombres se suman a los previamente anunciados de Kevin Costner, Zoë Kravitz, Lady Gaga, Rosie Perez, Chris Rock y Yuh-Jung Youn, ganadora en 2021 del premio a la mejor actriz de reparto por Minari. A propósito de eso, la nueva lista incluye a Hopkins, que obtuvo el año pasado el Oscar al mejor actor protagónico por El padre.
El anuncio se produjo menos de 24 horas después del tradicional almuerzo de camaradería con el que la Academia agasaja cada año a todos los nominados. Había un espíritu de reencuentro bien visible, con las ganas de volver a compartir un espacio común de fraternidad y celebración entre los invitados. Pero, según admiten los medios más importantes de Hollywood a partir del testimonio de muchos de los presentes, también había motivos de preocupación en las conversaciones y diálogos que marcaron el encuentro, y no sólo por el escenario de guerra al que se enfrenta el mundo tras la invasión rusa a Ucrania, que llevó a la Academia a tomar una postura contundente en favor del país agredido.
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Fuera de las grandes preocupaciones globales, la comunidad de Hollywood expresa cada vez con menos disimulo sus quejas por la decisión de la Academia, alentada por los responsables de la transmisión televisiva, de marginar de la ceremonia principal el anuncio de ocho de los premios, correspondientes a las tres categorías de cortometrajes, edición, música original, sonido, maquillaje y dirección de arte.
Varios nominados de alto perfil participaron de la comida (realizada por primera vez en la zona de Century City, muy cerca de la sede histórica de los hoy desaparecidos estudios 20th Century Fox) pocas horas después de criticar con dureza los cambios impuestos por la Academia y la televisión con la promesa de “agilizar la ceremonia”, hacerla más amena y revertir, sobre todo, los desastrosos números de rating del año pasado.
“No estoy de acuerdo con la decisión tomada por la Academia. Creo firmemente que el nuestro es quizás el medio más colaborativo del mundo. Todos hacemos películas juntos y nos convertimos en una familia en la que un oficio es tan indispensable como el otro. Todos estamos en la misma línea aportando lo mejor para contar las mejores historias que podamos. Y eso significa que para mí todos deberíamos sentarnos juntos y a la misma hora”, dijo Steven Spielberg, que suma 19 nominaciones en toda su carrera, la última este año como director por Amor sin barreras, más un Oscar honorario, al sitio Deadline.
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Los directores nominados fueron los que más ruido hicieron con sus cuestionamientos. El más crudo fue Denis Villeneuve, candidato en esa categoría por Duna. “Honestamente, creo que la Academia está arrojando al bebé junto con el agua del baño. Entiendo que la institución está bajo una presión tremenda, pero no es la decisión correcta. Hacer cine es un trabajo en equipo, de lo contrario la película se derrumba. En los medios todos hablan de los directores y de los actores, pero los que trabajan en las sombras necesitan ser vistos y reconocidos, y estos premios están hechos para ellos”.
El director canadiense dijo estar seguro de que el año que viene, tras las protestas, la Academia reconsiderará su postura. “No creo que haya nada malo con el Oscar. Todo el mundo espera que sea un espectáculo largo. Siempre hay explosiones de genialidad y bellos momentos, y a veces puede ser aburrido. Es parte del show y tal vez solo se trate de una crisis pasajera de identidad”, señaló.
How about THIS photo from the Oscar Nominees Luncheon?!? pic.twitter.com/R0gdPH4Z1n
— Scott Feinberg (@ScottFeinberg) March 7, 2022
Jane Campion también planteó sus objeciones, lamentando sobre todo la ausencia del premio a la dirección artística de la ceremonia principal de este año. La directora nominada por El poder del perro no pudo hacerlo en persona, porque se contagió de Covid y se vio obligada a mantener reposo en su casa. En su caso el cuadro es leve, pero sirvió al mismo tiempo para dejar en claro la todavía incierta relación que la comunidad de Hollywood tiene frente al tema.
Las imágenes del agasajo de la Academia a los nominados dejaron aparentemente a la vista que parece haber una voluntad explícita y colectiva de dejar atrás la pandemia en los tramos finales de la temporada de premios. Unos 200 invitados compartieron varias horas de confraternidad y buenos deseos sin presencia visible de barbijos o muestras de distanciamiento. Pero al mismo tiempo, para el regreso de una tradición que tuvo que cancelarse el año pasado, la Academia decidió esta vez no hacer la tradicional “foto de familia” en la que aparecen todos los nominados. En su lugar fueron llamados en grupos de entre 15 y 20 personas cada uno para registrar de esa manera su presencia en fotos de familia con bastante separación entre quienes aparecen en ellas. No todos estuvieron de acuerdo con ese cambio, porque a cada asistente se le requirió una prueba de vacunación y el resultado negativo de un test PCR realizado en las 48 horas previas.
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El productor general del Oscar 2022 y de la transmisión televisiva, Will Packer, quiso poner paños fríos en medio de la disconformidad general. “Si hay un tiempo para celebrar, este es el año. Ustedes representan lo mejor de lo mejor”, dijo al hablar frente a todos los invitados. Packer acompañó su discurso con una serie de recomendaciones y sugerencias para los ganadores. Insistió en tres cuestiones: no abrazar a las personas sentadas a su lado o a los compañeros de fila antes de dirigirse al escenario, designar a un solo representante para recibir el premio cuando se trata de un grupo y hacer el discurso de agradecimiento lo más breve posible.
Entre el discurso al estilo stand up de Packer, la animación a cargo de un DJ y el buen humor de los invitados nadie habló en público de los cuestionados cambios en el diseño de la ceremonia. Pero el enojo, al parecer, continuará de aquí hasta el domingo 27. A los observadores de la vida de Hollywood no se les pasó por alto el dato de que solo uno de los cinco nominados a la mejor música original (una de las categorías marginadas de la ceremonia principal) haya participado del almuerzo de este año. Fue Germaine Franco, la primera compositora latina de la historia premiada con una candidatura al Oscar, en este caso por Encanto. Y tampoco que dos días antes renunciara a la Academia como señal de protesta el sonidista Tom Fleischman, ganador de un Oscar por La invención de Hugo Cabret.
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación