Ricardo Arjona disparó contra los Grammys Latinos: “Es surrealista”

El artista guatemalteco rompió esquemas y se mantuvo fiel a su estilo a la hora de crear música; sin embargo, no quedó nominado para los reconocidos premios y sus managers lanzaron un comunicado al respecto

El mundo de la música, particularmente la latina, tomó distintos rumbos en los últimos años y fueron varios los cantantes que optaron por subirse a las tendencias para continuar en carrera. Las colaboraciones entre artistas se volvieron una de las apuestas más fuertes en la lucha por conseguir más reproducciones en las distintas plataformas, así como la búsqueda de ese sonido que se repite en todos lados.

Sin embargo, algunos decidieron mantenerse fieles a su estilo en vez de sumarse a las “modas”. Ricardo Arjona fue uno de ellos e hizo 24 canciones en los emblemáticos estudios Abbey Road de Londres, acercándose a lo que sabía hacer y alejándose de las exigencias de la música en castellano. Eligió grabar en vivo, con instrumentos y equipos de los 60 y sin grandes usos de la tecnología. A pesar de que más de un millón y medio de personas dijeron presente en el Blanco y Negro tour, no fue uno de los elegidos por los Grammys Latinos y sus managers lanzaron un comunicado en donde hablaron sobre ello.

Con una estética en blanco y negro y fiel a su estilo, el cantante recorre el mundo con su música (Foto: Instagram @ricardoarjona)
Con una estética en blanco y negro y fiel a su estilo, el cantante recorre el mundo con su música (Foto: Instagram @ricardoarjona)

“Mientras todos buscaron un lugar cercano a las modas y a lo que establecía el sonido de la radio y las plataformas digitales, Ricardo Arjona se aventuró a la producción de 24 canciones grabadas en Londres intentando contradecir todo lo que existía en la música en castellano y aferrándose más que nunca a lo que sabía hacer”, comienza el comunicado.

“Una vez más este solitario de la industria escogió su propio camino. El resto, decidieron parecerse un poco a lo que estaba pasando o insistir en colaboraciones para intentar salir a flote en un mundo hispanoamericano en el que pareciera que solo existe un tipo de música”, continúa.

Ricardo Arjona lleva 12 años como artista independiente. Aunque el público lo eligió y lo elige y en lo que va del año más de un millón y medio de personas lo vieron en escena en el marco de su tour Blanco y Negro, no todos piensan lo mismo, particularmente los Grammy Latinos, quienes no lo incluyeron en su lista de nominados a pesar del éxito que tuvo. En el comunicado se refiere puntualmente a eso: “No espere usted encontrarlo en las nominaciones de los Grammys Latinos porque este artista de manera surrealista tiene más nominaciones al Grammy Americano que a los Latinos, quizás por la misma independencia y el camino propio que eligió, alejado de las cenas de gala…”.

En agosto, Ricardo Arjona llevó el Blanco y Negro Tour al Movistar Arena
En agosto, Ricardo Arjona llevó el Blanco y Negro Tour al Movistar ArenaGERARDO VIERCOVICH – LA NACION

En el marco de Blanco y Negro ya se realizaron casi 100 conciertos entre Europa y América Latina y fue señalada como una de las 20 giras más poderosas del mundo al lado de Coldplay y varios más. Si bien el intérprete de “El amor que me tenía” no es de tocar más de una vez en el mismo lugar, la demanda de su público es difícil de ignorar, por lo que volver a visitar varios de los países donde ya se presentó se convirtió en un plan difícil de no cumplir.

Pero, Blanco y Negro no es la única prueba de que la música sin aditamentos ni arreglos especiales puede ser exitosa. Su streamingHecho a la antigua, realizado en 2021, se convirtió en uno de los tres más vistos del planeta y demostró que, tanto él como su música, siguen más vivos que nunca.

“Mientras la industria pareciera un animal moribundo, sigue existiendo aventuras atrevidas que defienden la materia prima que es también la más olvidada… LAS CANCIONES”, concluye el comunicado y deja en evidencia el dolor del equipo de trabajo de Arjona luego de que los Grammys Latinos le dieran la espalda.

Fuente: La Nación