Una beca en Barcelona lo llevó de arquitecto de UBA a ser el galerista elegido por Jennifer Aniston y otros famosos

Hoy, reconocido en su ámbito, sigue apostando a la creatividad, esa que le permitió conocer a miles de personas talentosas o incluso terminar en el cumple de Jennifer Aniston

Allá por los ochenta, a sus 19 años, Néstor era un entusiasta estudiante de arquitectura, pintura y fotografía. Por curiosidad y diversión, y como parte de un clima de libertad que la apertura democrática había imbuido en la sociedad, empezó a codearse con diferentes personalidades de la noche y del under de Buenos Aires. Comenzó a organizar ciclos de fiestas en lugares como La Ideal, El Club Español, el Club Inglés. Armaba las cabinas y performances en discos como Freedom, Le Coin, La Madrid, Tokio. Organizaba fiestas con escenógrafos, artistas, músicos, djs, gente de circo. Mandaban a imprimir afiches y tres días antes de tener la locación para la fiesta, salían a panfletear la ciudad. “El día del evento se hacían las diez de la noche y el lugar explotaba de gente, podías encontrarte a Mimi Maura, Hilda Lizarazu, Miuki Madelaire, Sergio Deloff, Mariano Toledo, artistas, músicos, diseñadores”.

Zonana estudió arquitectura, pero su curiosidad lo llevó por otros caminos
Zonana estudió arquitectura, pero su curiosidad lo llevó por otros caminos

Después de varios años de organizar estos eventos a los que iban casi tres mil personas, recaudar lo justo y “una plata para tomar un café con leche en la esquina de Córdoba y Scalabrini Ortiz”, a Néstor se le ocurrió tener su propio espacio. Se estaba gestando su Pabellón 4 en Palermo, allá por el ‘87. Hoy tiene 52 años, y 54 ferias de arte internacionales en su haber, entre ellas Art Basel Miami, a la que viaja con su galería Pabellón 4 desde hace veinte años. Fue uno de los primeros galeristas argentinos en exponer allá, se la pasa de ciudad en ciudad, de feria en feria. Arma y desarma stands por todo el mundo. Néstor Zonana no suele mostrarse, lo que muestra son sus obras, y expone a sus artistas por todo el globo. Pero todo tuvo un comienzo.

El pabellón 4 de Zonana
El pabellón 4 de Zonana

La beca que marcó el cambio

Estaba a punto de terminar su carrera como arquitecto en la UBA y ganó una beca para trabajar en Barcelona. Al volver decidió remodelar su Pabellón y transformarlo en un espacio multidisciplinario en el que convivían eventos de arte, su estudio de arquitectura, y experiencias gastronómicas. Desde ahí generó concursos artísticos, e invitaba a comités de selección de curadores y especialistas. Así comenzó a incursionar de a poco en el oficio de observar y elegir. La mayoría de los artistas que acompaña y representa comenzaron su carrera con él, y aún son el alma de Pabellón 4: los argentinos Jimena Fuertes, Paula Otegui, Ruben Grau, Alejandro Thornton, Dino Bruzzone, Paul Sende, son el tronco de su galería. También tiene otros artistas latinos como la mexicana Amor Muñoz y Natalia Revilla, de Perú.

En un cocktail post Feria en Pinta Miami 2021 con Celia Birbragher, directora de Artnexus, la revista colombiana de Arte Contemporáneo. Ella es una gran mecenas del arte
En un cocktail post Feria en Pinta Miami 2021 con Celia Birbragher, directora de Artnexus, la revista colombiana de Arte Contemporáneo. Ella es una gran mecenas del arte

El verdadero salto, comenzó por un acto de fe: veinte años atrás, se acercó al Pabellón Diego Costa Peuser, actual director de Pinta -el grupo que nuclea ferias de arte internacionales-, para invitarlo a exponer en Pinta Miami durante el Art Basel. Néstor se sorprendió y fue sincero: “Mirá Diego, yo no tengo dinero para pagar esto”. Afortunadamente ese no, se transformó en un sí, cuando Peuser decidió comprarle obras de sus artistas para financiarle el viaje y el stand en Miami.

“Yo prefiero llevar las obras conmigo y pagar exceso de equipaje”

Así fue como Zonana viajó a Estados Unidos en el 2000, y se convirtió en uno de los primeros galeristas argentinos en exponer en la Semana de Arte. “Fue un golpe a la cabeza, un puente para conocer lo que pasaba allá. Anualmente viajan aproximadamente 250 mil personas de todo el mundo a Art Basel”. Después de esa primera vez, nunca dejó de ir. Durante todos los siguientes años pudo financiar su stand y su viaje. A través de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Exterior, la Cámara Argentina de Galerías de Arte, Meridiano, logró que se brinden subsidios a galerías argentinas para poder viajar al evento y cada vez son más las que pueden participar. Al principio el proceso para exportar las obras y documentarlas para que puedan salir del país era muy complejo; y en los últimos años se agilizó. “Algunas galerías lo hacen por avión con un despachante de aduana, yo prefiero llevarlas conmigo y pagar exceso de equipaje; una vez llegué a Colombia y el día del montaje de mi stand, mi carga aérea no había llegado”.

El mundo del arte y su idiosincracia

La catarata de anécdotas e historias que pudo vivir, fue sin duda gracias a que las atesora y las guarda, no las divulga. Siempre decidió ser reservado; pero se animó a contar algunas de sus vivencias, una tarde en el jardín de invierno de su casa en Palermo; un espacio rebosante de plantas, vitrinas, partes de obras desmontadas y cuadros que explotan de color.

En el stand de Pabellón 4 de Mapa, la Feria de Arte de Buenos Aires, con Eduardo Costantini y su esposa Elina Fernández
En el stand de Pabellón 4 de Mapa, la Feria de Arte de Buenos Aires, con Eduardo Costantini y su esposa Elina Fernández

El responsable de la colección de Jennifer Aniston y su cumpleaños

Si bien las grandes celebridades mandan a la feria sus emisarios o asesores de arte a elegir las obras, sí se hacen presentes en el opening de Art Basel, el evento privado al que solo ingresan los más famosos, y algunos galeristas y artistas. En el de 2021 una de las figuras presentes fue la actriz Jemima Kirke, reconocida entre otras cosas por su personaje Jessa en la serie de HBO, Girls, y también por ser Hope Haddon, la directora mala en Sex Education. Una de las “emisarias” de celebrities que Néstor conoció y con quien trabó una amistad vigente hasta el día de hoy, es Verónika, una vestuarista rusa y asesora de Jennifer Aniston.

Se conocieron en la Feria Scope, de Art Basel, en donde él participó durante 15 años. “Una chica rubia muy bonita se acercaba muy seguido a mi stand. Después de tres años me enteré que compraba las obras que todos los años iban destinadas a la colección de Jennifer”. Tras tres años de tenerla de cliente, la actriz lo invitó a su cumpleaños, en una casa de temporada que alquiló en Miami en Sunny Isles. “Me pareció una persona súper cool, muy perfil bajo, incluso el público que había en el cumpleaños. Uno imagina que un agasajo de una superstar como ella va a ser una fiesta para mil personas, pero no fue así”. Obviamente entre los invitados estaba Brad Pitt. “No pude conversar mucho con él, lo conocí en el segundo cumpleaños al que me invitó Jennifer. Fui dos años seguidos, después se cortó el chorro”. Néstor se ríe de estas situaciones: “Yo no soy farandulero, soy bastante despistado”.

“Quedó alucinada con una obra de Paula Otegui”

En Scope también se le han acercado a comprar coleccionistas de alto calibre como Peggy Cooper Cafritz (ya fallecida), una reconocida filántropa estadounidense. “Quedó alucinada con una obra de Paula Otegui, vino con un chico que le manejaba la silla de ruedas. Mi stand era muy chiquito, de veinte metros cuadrados, porque Scope es una feria muy cara. Se puso a ver los cuadros de Paula y me dijo: ¿a vos te parece que esta artista va a ser emblemática?”. Sin saber quién era Nestor le dijo que él manejaba su carrera hacía 15 años y estaba enamorado de la obra, y para él eso garantizaba que iba a continuar creciendo como artista. Con esas simples palabras Peggy se sintió segura para comprarla, y se sintió tan atravesada por Otegui que le compró casi todo su stand.

“Cuando viene a Argentina siempre vamos a tomar un café”

Jean Pierre Murray, uno de los border más importantes de Tate Gallery de Londres, le compró a Néstor obras de Dino Bruzzone: tres quedaron en su propiedad y dos las donó a museos. “Cuando llegué a su casa en Beverly Hills me sorprendí muchísimo. Ninguno de estos coleccionistas vive en un solo lugar. Él vivía entre Beverly Hills, Los Hamptons y Miami. Le colgué las obras de Dino en su casa. Tiene una colección de arte contemporáneo increíble, con piezas emblemáticas como las de Bruzzone, que valen mil dólares, y piezas de Andy Warhol que valen una fortuna. Tiene mucha apreciación por el pop art, por eso enloqueció con la obra de Dino”. Marcela Roggieri, la concertista argentina que vive entre Estados Unidos y París, y viaja por el mundo con sus shows, le compra las obras de Paula Otegui. “Cuando viene a Argentina siempre vamos a tomar un café; la última vez que viajé para el París Foto, fui a su casa allá”.

“Me costó reconocerlo porque tenía una capucha”

En el último Art Basel de Miami Néstor conoció en persona a Ai Weiwei, uno de los artistas asiáticos más emblemáticos del momento. “Unos amigos artistas mexicanos me invitan a una fiesta, y cuando me doy vuelta tengo al lado a Ai Weiwei. Me costó reconocerlo porque estaba bastante encubierto, tenía una capucha; nos quedamos charlando un buen rato, súper encantador”. Era el único asiático entre todos los latinos. El artista le contó lo bien que le caía la gente latinoamericana, y afirmó que una de las muestras donde mejor se había sentido fue cuando expuso en Argentina, en Proa.

Con el superstar asiático del arte contemporáneo, Ai Wei Wei, en una fiesta después de Art Basel Miami 2021
Con el superstar asiático del arte contemporáneo, Ai Wei Wei, en una fiesta después de Art Basel Miami 2021

Otro rockstar del arte que tuvo el placer de conocer es a Demian Hirst, en una muestra de arte en la Bienal de San Pablo. Hizo una cena muy exclusiva en un galpón oculto, para unas sesenta personas, y lo invitó. “Es un loco de la guerra, un gran artista. No me animé a sacarme la foto con Demian, pero sí con Ai Weiwei”. Durante muchos años Néstor viajó a Artbo, la feria de arte de Colombia, y se hizo amigo del galerista colombiano León Tovar, que trabaja con los grandes maestros del arte geométrico, cinético y concreto. Una noche cayó en una fiesta por casualidad: “No me dejaban entrar porque yo no estaba en la lista de invitados y era todo muy exclusivo. León estaba en la puerta y empezó a gritar: ¡¿Cómo no lo vas a dejar entrar a Néstor Zonana?!”.

El fin de fiesta y el sentido de la vida

“Una situación muy linda es terminar una feria en una fiesta con coleccionistas y artistas. Ahí ya no se habla de arte, se habla de la vida, de otras cosas. Pero yo soy muy reservado. Vos podés estar pasando un momento fantástico con alguien en una fiesta, y si después publicás fotos en redes o en otro ámbito, esa persona puede sentir que traicionaste su espacio de intimidad”. Estas son solo unas pocas de las muchas vivencias que Néstor pudo transmitir. Ahora se prepara para viajar con obras de algunos de sus artistas a Punta del Este, donde vivirá nuevas historias. Y a todo esto, ¿qué es el arte para él? “Es un medio de vida, de transformación, de concebir la vida desde otro lugar: y también es un medio de permanencia; de decisión sobre cómo uno quiere vivir, cómo uno se quiere hacer observar, y qué es lo que uno quiere compartir”.

Fuente: María Paz Moltedo, La Nación