Con los primeros días de diciembre, los porteños disfrutan de uno de los espectáculos naturales más bonitos de la Ciudad: el florecimiento de las tipas y la caída acompasada de sus flores amarillas.
Hacía mucho frío en Caseros, en aquel julio de 1969, pero los obreros, picos y palas no se detenían. Mientras las radios y televisores en blanco y negro hablaban del Apolo…