Son investigadores de las universidades nacionales de San Martín (UNSAM) y de Quilmes (UNQ) y de dos Pymes tecnológicas fundadas por ellos mismos, que están en condiciones de producir 80.000 kits por mes y que funcionan con una tira reactiva. A diferencia de otros métodos de testeo, permite el diagnóstico de personas infectadas con síntomas o sin ellos.