Convertida en una clásica cita del primer jueves de febrero, se adaptó a la pandemia y transmitió en vivo sus actividades desde la embajada británica.
Un desfile dedicado a Xangó, la divinidad afrobrasileña que representa a la Justicia y que clamó por el fin de la impunidad y de la discriminación contra las minorías, sacudió el sambódromo de Río de Janeiro y parte como favorito en el carnaval de este año.