Tres muestras recién inauguradas en la institución cultural de San Telmo, permiten ahondar en la relevancia e influencia de las vanguardias porteñas en arte y danza durante las décadas de los años 60 y 80
Pintada en 1956, la obra fue directo del taller del artista a las manos de una pareja de coleccionistas que buscaba un regalo para uno de sus hijos; es él quien ahora decide venderla en la subasta anual del Museo Sívori.