“No tengo mucho para decir porque se supone que soy el beatle callado. Es una lástima que Paul no esté acá porque era el que tenía el discurso en su bolsillo”, atinó a decir George Harrison en 1988, en la ceremonia de ingreso de Los Beatles al Salón de la Fama del Rock and Roll
MIRÁ LOS VIDEOS. Fue el 12 de noviembre de 2001 en Nueva York y en el más absoluto secreto. Paul y Ringo visitaron a George, que tenía un cáncer terminal. Hubo música, anécdotas, emoción y la presencia de un médico cholulo. Dos semanas después, el guitarrista de los Fab 4 moría en la mansión de McCartney en Los Ángeles.
El Beatle y la modelo estaban casados, pero para el guitarrista, gran amigo de su colega, eso no fue un impedimento. La canción «Leyla» fue clave en la conquista.