El escritor francés, que transformó radicalmente la poesía con «Las flores del mal», preservó hasta el final el derecho a ser contradictorio. Políticamente reaccionario, en su obra se atrevió a explorar lo profundo y lo inhóspito.
Queda en el noroeste de Santa Cruz y atesora la Cueva de las Manos. Pero más allá de las pinturas rupestres, existe un universo desconocido por descubrir. Una exploración en profundidad.