Fue puesto en aislamiento en el sistema penitenciario estatal de Nueva York, donde comenzó a cumplir hace tan sólo 10 días una pena de 23 años de prisión por dos cargos de abuso sexual.
El juicio es emblemático para el movimiento #MeToo.
El productor de cine estadounidense fue encontrado culpable por un jurado de Nueva York, en lo que es la primera condena tras la catarata de denuncias en su contra por parte de mujeres de esa industria desde 2017. Su defensa anunció que apelará.