Se trata de “Marejada”, de Noemí Gerstein (1908-1996), que formará parte del futuro sendero al aire libre del museo, que será inaugurado en noviembre. La eligió un jurado y se pagó 30 millones de pesos.
Casi no ha concedido entrevistas. El público no lo conoce. Camina por la calle con el anonimato que cultivó a lo largo de toda su vida. Hay un goce en ese pasar inadvertido. Acaba de publicar «Sandro, puertas adentro», volumen en el que repasa la historia compartida.