Es el primer latinoamericano en ser distinguido con el prestigioso galardón. El comité de expertos de la Academia noruega destacó su trabajo en el área de las ecuaciones diferenciales parciales, utilizadas en biología, física y economía.
El investigador, primer latinoamericano que gana los 660.000 euros del Premio Abel, desnuda las interacciones entre sólidos y líquidos, abriendo nuevas puertas a la medicina, la automoción e incluso el conocimiento del universo.