Un mensaje escrito para una sola persona sobre un tablero digital busca conmover al visitante de “Still Human”, una muestra donde los algoritmos son protagonistas; “Yo pinto con código”, dice su autor, el alemán Mario Klingemann
Un dispositivo que “imagina” rostros en tiempo real. La máquina va creando nuevos retratos basados en fotografías de pinturas históricas, que cambian y desaparecen frente al espectador, en una sucesión infinita.