El enorme departamento, donde los escritores mantenían asiduas reuniones con Jorge Luis Borges y otros referentes de la vanguardia literaria, tiene siete baños y cuatro habitaciones en suite con comedor propio.
Se construyó para albergar a la redacción del diario La Prensa y ahora allí funciona un ministerio del Gobierno porteño. Fue inaugurado en 1898.