Ganó un Oscar, sus películas recaudaron millones y fue considerado el actor más sexy y el hombre más poderoso de Hollywood. Pero la crianza de un padre que le inculcó el racismo y el alcohol lo transformaron en un ser oscuro, que hoy es más noticia por sus episodios de violencia de género e insultos hacia los judíos que por su talento para actuar y dirigir.