Paul McCartney compuso una breve canción, entre irónica y romántica, dedicada a la Reina. Her Majesty forma parte de Abbey Road, y es una breve pieza musical «escondida» al final del disco.
En una tradicional ceremonia llevada a cabo el 26 de octubre de 1965 en el Palacio de Buckingham, que marcó una bisagra en el aggiornamiento de la realeza británica con respecto a la cultura popular, la Reina Isabel II condecoró a Los Beatles con la medalla que ungía a cada uno de sus integrantes como Miembro de la Orden del Imperio Británico.