La sonrisa es un poco distinta, pero igual de enigmática. La palidez, similar. Y la pose, la vestimenta y el fondo, increíblemente parecidos al capolavoro custodiado en el Louvre.
El museo recibe casi 12 millones de visitas al año y busca estrategias para enfrentar el furor que despierta, desde la venta de entradas online hasta nuevos recorridos; el problema de La Gioconda