Hasta ahora se asumía la relación entre la presencia de ciertos anticuerpos y la posibilidad del organismo de enfrentar el coronavirus. Pero no había un biomarcador realmente confirmado.
Los investigadores que desarrollan la vacuna COVID-19 de Oxford-AstraZeneca identificaron biomarcadores sanguíneos que pueden ayudar a predecir si alguien estará protegido por la inoculación que reciba.