Ellos formaron parte de todo el proceso constructivo, no sólo diseñaron los planos, sino que también crearon los materiales para levantar la propiedad: usaron sus pies para hacer la mazorca, mezclando tierra, arcilla, paja y agua.
Escondidas entre montañas, lagos, volcanes y termas, o más allá de las Salinas Grandes, la Argentina tiene aldeas únicas situadas en parajes inhóspitos que aspiran a ser distinguidas entre las mejores villas turísticas del mundo.