porque la gente no para de llamar

Fue construido a fines del siglo XIX por el belga Ernesto Moreau, uno de los arquitectos responsables de la construcción de la Basílica de Luján, en dos etapas. Quien fue el viudo que puso en marcha semejante proyecto. Y el enlace sorprendente entre dos miembros de las familias que nacieron allí.