Cinco años después de estudiar su cráneo, mandíbula, pelvis, brazos, piernas, costillas y la forma en la que el esqueleto quedó desperdigado en el fondo un enorme agujero por el efecto de una caída de 30 metros y de la paulatina inundación, se tienen más detalles sobre cómo pudo ser la vida de esa joven del Pleistoceno y su muerte