Todavía preside el museo de Orsay y la Orangerie en París, pero desde el 1° de septiembre asumirá en las salas más célebres del arte internacional
«Había dos opciones sobre la mesa: una consistía en restaurar el Centro manteniéndolo abierto y otro cerrarlo completamente. Elegí la segunda, puesto que demoraba menos y era menos cara», explicó la ministra al diario Le Figaro.