Julieta fue novicia durante 17 años; Hugo, sacerdote durante 30. Se conocieron cuando eran muy jóvenes pero se miraron con otros ojos de grandes, cuando ella ya había pateado el tablero, pero él no. Se enfrentaron a un escándalo por la “doble vida” de él pero, por amor, siguieron adelante. Dieron el sí en la única parroquia que los recibió sin juzgarlos-