La capital británica se convirtió en la ciudad principal del mundo en un homenaje para despedir a la reina Isabel II con más de 500 dignatarios de todo el mundo
Las licencias dramáticas en la cuarta temporada de la serie de Netflix, que cubrió los turbulentos años ochenta, fueron cuestionadas por muchos de quienes conocieron de cerca ese momento; la figura más perjudicada es la del nuevo rey, Carlos