La polémica comenzó cuando una usuaria consultó a la cuenta de la RAE en Twitter, @raeInforma, si existe alguna excepción a la norma que rige la acentuación de la palabra y la institución se mostró inflexible.
Desde la cartera conducida por Tristán Bauer explicaron a Infobae que fue una decisión tomada con perspectiva de género y fines educativos