El museo y sitio arqueológico La Cisterna abrió sus puertas en el Casco Histórico porteño para la exhibición de piezas relacionadas con la vida del siglo XIX, como vajillas, frascos de perfume, fragmentos de huesos de animales y un gran depósito para el almacenamiento de agua, que fueron salvadas por investigadores mientras avanzaba la construcción de un edificio.