Rodeado de chacras, vivió su apogeo entre los años 30 y 40, cuando se convirtió en un polo lechero, donde funcionaron más de 50 tambos.
Por: Edgardo Berón, especial para DiariodeCultura.com.ar.
A no más de 300 kilómetros de Buenos Aires, una selección de localidades rurales con historias para contar, sabores caseros, viejas estaciones de tren, pulperías y la calidez de su gente,
La decimoprimera edición de la Fiesta de la Picada y la Cerveza Artesanal fue un éxito en convocatoria de público y en promoción y venta de la producción regional. Cerca de 30.000 personas se acercaron hasta Uribelarrea y ocuparon el tranquilo poblado durante los días sábado 16 y domingo 17.