Fue una de las “chicas Olmedo” y trabajó con los grandes del humor; en diálogo con LA NACIÓN, recuerda su dura infancia y habla de las dos obras que la tienen en cartel; “El Negro me enseñó a trabajar sin red”, afirma
“Siempre entra cuando hay gente y nunca saluda, ni al llegar ni al irse. Con imperturbable seriedad revisa uno por uno los estantes de la librería. Cada rincón, cada centímetro….