En 2011 dejó la música para dedicarse a actividades filantrópicas y de concientización ambiental. Pero la aparición de una caja con viejas grabaciones hizo picar nuevamente «el bichito de la composición», y saldar cuentas con el pasado y el presente.
El músico destinará parte de las ganancias de la venta de una capa, un abrigo, tres guitarras Gibson y las notas a mano de la canción ‘Hey Jude’ a la organización White Feather Foundation.