Cherchez la femme! La mujer protagonista. Por: Adriana Muscillo.

La Embajadora de la Unión Europea (UE) en Argentina me concedió una entrevista exclusiva en su despacho de Ayacucho 1537, en Recoleta. Me interesó conocer a la mujer que está detrás de la funcionaria. Saber cuáles son sus motivaciones y cómo llegó a ocupar un puesto de liderazgo a nivel internacional.

Aude Maio-Coliche viene de Lille, una región del Norte de Francia, cercana a las fronteras con Bélgica, Alemania y Países Bajos. Desde muy pequeña, estuvo inmersa en un ambiente de interculturalidad gracias al que, muy tempranamente, comprendió la diversidad y riqueza de las distintas idiosincrasias europeas.

Al momento de decidir cuáles serían sus estudios superiores, ya conocía perfectamente lo que representaba el continente europeo a nivel mundial:

“Me di cuenta de que la constitución de la Unión Europea era algo que tenía valor porque es nuestra manera de conseguir la paz y el entendimiento entre los Estados”.

Tengo horror del conflicto –expresó- por eso, ser ‘una gota en el océano’ para contribuir a la Unión Europea es mi mayor anhelo”.

Es así como, en el año 1993, la joven Aude Maio-Coliche participó de un intercambio universitario llamado “Erasmus”, que comprendía una estadía de 1 año en la Universidad de Warwick, Gran Bretaña; 6 meses en la Universidad de Saarbrücken, Alemania, además de su formación en la Universidad de Lille. Su formación en Derecho Comunitario en las tres casas de estudios superiores, le permitieron conocer en profundidad las similitudes y diferencias en la manera de hacer las leyes, entre esos países:

“Los anglosajones se basan menos en los textos y más en las interpretaciones que los jueces hacen de esos textos. En Alemania, por ejemplo, el estudio de las leyes es más largo ya que elaboran aún más las normas que en Francia”, explicó.

“A partir de mi experiencia en el programa ‘Erasmus’, mi intención de trabajar para Europa se afinaba a través del conocimiento de cómo se aborda la unidad para continuar un proceso de integración, de manera que seguí estudiando en un Instituto creado después de la Segunda Guerra Mundial, denominado ‘College of Europe’, financiado por los diferentes países que integran la Unión Europea, con sede en Brujas, Bélgica. Allí, tuve la oportunidad de estudiar con gente de diversas nacionalidades luego de lo cual, realicé una pasantía en el área de política exterior y desarrollo de la Comisión Europea, en Bruselas”.

El interés de Aude por comprender el mundo muy pronto la llevó a aprobar el concurso de funcionario de la Unión Europea e ingresar al área de política exterior de la Comisión Europea:

“Me interesaba, ya en esos momentos, buscar la convivencia pacífica entre los Estados miembros y reflejar esa unidad en el exterior… Mi objetivo era ser embajadora. Nunca pensé que lo lograría y, sin embargo, se dio.”

“Es muy verdad que, cuando uno tiene un objetivo claro, uno capta todo lo que hay alrededor y lo consigue –dijo y esgrimió una sonrisa de evocación- Es un concepto acuñado por Paulo Coelho que compartía con mi padre”.

Quise saber, entonces, si el hecho de ser mujer le había resultado un impedimento para lograr su objetivo:

“De joven, nunca pensé que hubiera diferencias por ser mujer. Mis padres me criaron sin diferencias, siempre empujándome a la excelencia. Cuando quise hacer mi vida de pareja, tuve que aprender que había diferencias por ser mujer. Pero no me dejé llevar… con mi esposo, nos repartimos las responsabilidades: ‘50 y 50’”.

“En mi vida profesional, nunca sentí un freno por ser mujer. Sé que tuve una gran suerte en esto y que no todas la han tenido. Por otra parte, hay también mujeres que se auto limitan. Finalmente, creo que -en general- a los hombres se los educa con un objetivo profesional más claro y están sometidos a una presión de tener éxito en su carrera profesional. En ese sentido, considero una ventaja el hecho de que, quizás, las mujeres tenemos menos presión”.

“Para tener una carrera profesional y una vida equilibrada, la clave es la comunicación”.

“En mi caso, al tener una carrera diplomática, uno debe consensuar con la pareja mudarse de país y explicarles a los hijos claramente la situación. Mi esposo es ingeniero y trabaja en el sector privado; montó su propia empresa de consultoría en energías renovables. Eso es una ventaja a la hora de establecerse en otro país”.

La funcionaria agregó que, según sondeos efectuados entre las familias de expatriados, aunque es infrecuente que sea la mujer quien lidere la expatriación, es mayor el porcenatje de parejas que permanecen unidas cuando esto ocurre. Preparar la situación de desarraigo supone todo un desafío donde uno tiene que cuidar el bienestar de cada miembro de la familia.

Mi entrevistada de esta semana, Aude Maio-Coliche, además de ser la Embajadora de la Unión Europea en Argentina, es una mujer cálida y afectuosa que me recibió con cordialidad y sencillez, dedicándome incluso, más tiempo del acordado.

Me gustó constatar, una vez más que -como dice el mismo Paulo Coelho-“hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: el del entusiasmo, el de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello que se desea o en lo que se cree”.

Por: Adriana Muscillo.