En los Estados Unidos, febrero es el mes de la africanidad y nada mejor que celebrarlo junto a un referente indiscutido a nivel mundial en la materia, como lo es la gran Susana Baca.
Oriunda de Lima, Perú, Susana Esther Baca de la Colina es una notable cantante, compositora, investigadora de música y educadora de profesión, 2 veces ganadora del «Latin Grammy». Figura clave en el folclore latinoamericano y en revivir la música afroperuana. Ha sido –también- Ministra de Cultura del Perú y Presidenta de la Comisión Interamericana de Cultura de la OEA.
La relación de Susana Baca con los afroamericanos es de larga data, desde el momento en que desciende de una de las familias más ilustres de la música afroperuana: los De la Colina, provenientes de San Luis de Cañete, siendo prima hermana de Ronaldo Campos y Caitro Soto. Es responsable, junto a su esposo y representante, el sociólogo Ricardo Pereira, de la recuperación de armonías y ritmos casi olvidados de la música afroperuana.
Vivió su infancia en el distrito limeño de Chorrillos, lugar de donde guarda los mejores recuerdos, según ella misma indica. Desde muy niña, estuvo rodeada de músicos; su padre era guitarrista, su madre bailarina, sus tías cantaban y sus primos fueron los creadores del grupo Perú Negro. Ellos aportaron la fuerza necesaria que impulsó a Susana a dedicarse de lleno a la música.
Con el tiempo, comenzó sus estudios en la materia y formó un grupo de música experimental, que combinaba música y poesía local. Ganó dos becas, una del Instituto de Arte Moderno del Perú y la otra, del Instituto Nacional de Cultura Peruana, para investigar las raíces de la tradición musical peruana, además de obtener el premio de interpretación y composición en el primer Festival Internacional de Agua Dulce.
Estudió educación en la Universidad Enrique Guzmán y Valle «La Cantuta», en donde se graduó en 1968. Esta misma institución le concedió el 20 de noviembre de 2009, el Doctorado Honoris Causa.
En 1995, Luaka Bop, el sello creado por David Byrne, sorprendió con la edición de un trabajo recopilatorio que reflejó El alma del Perú Negro, en él se encontraba María Landó, una canción que llevaba impresa la voz y la interpretación de quien, con el tiempo, se convertiría en la principal referente de la tradición musical afroperuana y una de las más destacadas artistas latinoamericanas de la música folclórica. Pero en la carrera de Susana Baca, no solo el aporte de David Byrne ha sido fundamental. Chabuca Granda, famosa cantante y compositora, se convirtió –para ella- en otra pieza clave. La autora de «Fina Estampa» y «La flor de la canela», encontró en Susana a su sucesora, a tal punto que la contrató como ayudante personal y la alojó en su propia casa.
Luego del fallecimiento de Chabuca, Susana continuó la tarea de su vida, en nombre de su amiga y en el de su pueblo: estudiar y recuperar el sonido de su tierra. Ella y su esposo, Ricardo Pereira, recorrieron la costa peruana recopilando testimonios y documentos de aquellos pueblos afrodescendientes. El resultado de ese trabajo, luego, se transformó en el libro «Del fuego y del agua», publicado en 1992, tras once años de labor. Tres años después, la pareja creó el «Instituto Negrocontinuo», que fue consecuente con el objetivo del libro: mantener vigente la tradición afroperuana. En la actualidad, los Baca Pereira administran un Centro Cultural Afroperuano en la localidad de Santa Bárbara en San Luis de Cañete, al sur de Lima, que se ha convertido rápidamente en un punto de referencia sobre la negritud.
“Desde el año 2008, en que hemos concebido este Centro Cultural, hemos acogido a unas 8 o 10 comunidades afroamericanas”, afirma Ricardo Pereira.
En esta oportunidad, Susana y Ricardo han recibido la invitación de la Embajada de los Estados Unidos para acoger, en su casa y Centro Cultural, a los integrantes del Howard Gospel Choir, de la Universidad de Howard y han aceptado, con mucho gusto, redoblando la apuesta. La gran Susana Baca, símbolo de la música y la cultura afroamericanas en toda América Latina, cocinó con sus propias manos para unas 40 personas, entre las que tuve el honor de encontrarme, una deliciosa carapulcra, que es un guiso típico y uno de los más antiguos de la gastronomía peruana, con un ingrediente secreto (que conozco pero no estoy autorizada a revelar).
Además de todos los integrantes del magnífico coro Gospel, Susana ha invitado, también, a sus músicos y a sus alumnos de música y canto, quienes tocaron y cantaron maravillosas canciones, intercambiando sonidos, voces y experiencias. No faltaron a la cita, el encargado de Turismo y Cultura de San Luis de Cañete, Luis Santa Cruz y el alcalde del distrito, Cristian Alfredo Pérez Franco quien agradeció, en un breve discurso, la invitación: “Estoy feliz de estar en este lugar, tan cargado de historia, arte y música. Para nosotros, es algo maravilloso formar escuela de la cultura, la música y el arte negro en el Perú para dar nuestro aporte a las comunidades afroamericanas del mundo, desde nuestra propia tradición”, sostuvo.
Asimismo, la Agregada Cultural de la Embajada de los Estados Unidos en el Perú, Belinda Jackson, habló de incentivar a las nuevas generaciones afroamericanas a seguir luchando por los derechos civiles de esa comunidad, citando al gran Martin Luther King, lo que emocionó a todos los presentes y nos arrancó un fervoroso aplauso.
Canciones como “Aint Gonna Let Nobody” y “Oh Happy Day” han sonado en la preciosa casa, rodeada de verdes árboles frutales, frondosa vegetación y amistosos animalitos, de un lado y de playa abierta y agreste, con aves blancas volando rasantes sobre un mar salvaje, del otro. Y, por supuesto, Susana no solo ofició de anfitriona sino que, también, soltó su fina voz en el inusual calor del sur limeño. “Si no canto, me muero”, suele decir y es cierto, nos regala sus dulces trinos y gorjeos a cada ratito, en cada conversación.
Por su parte, la Directora del Howard Gospel Choir, Kimberly Thevenin, se mostró muy emocionada y agradecida de estar en este gran encuentro, con Susana Baca, como parte de una gira que incluyó recitales en varios puntos centrales de la cultura afroamericana en el Perú.
Otra presencia de lujo fue la de la cantante y saxofonista peruana Carolina Aráoz, que visitó el año pasado la Argentina y que sumó su voz y su saxo a esta verdadera fiesta de la africanidad en América Latina.
“El negro es buena suerte para el mundo andino”, dice Pereira y explica que -en la creencia popular de esa región- hay que tocar algo negro para atraer a la fortuna.
Susana Baca, multipremiada.
Entre los numerosos premios recibidos por Susana Baca está el Premio Latin Grammy obtenido en 2002, por su álbum Lamento Negro, en la categoría «Best Folk Album». Este mismo álbum recibió además una nominación para el Grammy de ese mismo año en la categoría «Best World Music Album». El disco fue grabado originalmente en 1986, para ser luego reeditado en el sello Luaka Bop, del cantante escocés David Byrne. Las letras de algunas canciones se basan en poemas de Pablo Neruda y César Vallejo. También ha sido distinguida con la Orden de las Artes y las Letras de la República Francesa, y la Orden al Mérito de la República del Perú.
En noviembre de 2011, obtuvo el segundo Latin Grammy de su carrera por la colaboración que realizó con el grupo puertorriqueño Calle 13 en la canción «Latinoamérica», junto también con la cantautora brasileña María Rita y la artista colombiana «Totó» La Momposina.
Su discografía
Color de Rosa Poesía y Canto Negro (1987)
Vestida de Vida, Canto Negro de las Américas! (1991)
Fuego y Agua (1992)
Susana Baca (1997)
Eco de Sombras (2000)
Lamento Negro (2001)
Espíritu Vivo (2002)
Lo Mejor de Susana Baca (2004)
Travesías (2006)
Seis Poemas (2009)
Mama (2010)
Cantos de adoración (2010)
Afrodiaspora (2011)
En 2015, Susana grabó un disco en Nigeria, con un coro de 60 nigerianos, llamado Ópera Abuja, donde se cristaliza la fusión entre lo peruano y lo africano. Actualmente, se está mezclando un disco totalmente realizado en Cuba que tendrá un nombre por demás sugestivo. Dice Ricardo Pereira: “En un mundo tan convulsionado por las guerras étnicas y religiosas, este disco se llamará: Fé”.
El amargo camino de la caña dulce. Lo africano en el Perú.
En 2014, bajo el sello Agua é Nieve, vio la luz un largo anhelo de la pareja Baca-Pereira. Conjuntamente con Francisco Basili publicaron esta obra, resultado de viajes, recopilaciones e investigaciones sobre la negritud en el Perú de hoy. El libro, de 297 páginas de gran formato, se compone de tres partes y un disco compacto con 16 temas interpretados por la cantante.
Museo de la africanidad en el Perú.
Muy pronto, en la bella casa de San Luis de Cañete, en el Sur de Lima, la cantante y su esposo inaugurarán el Primer Museo de la Africanidad en el Perú, donde se podrán apreciar piezas de colección, literatura alusiva, fotografías y demás objetos representativos. Contará, además, con un petit hotel donde podrán alojarse los visitantes, con una inmejorable vista al Océano Pacífico. Ya tengo reservada mi suite.
Por: Adriana Muscillo. Cofundadora y Directora de Contenidos de Diario de Cultura.
Fotografía: Giancarlo Aponte Fernández.