Crucigrama: Cantar…

De un andaluz a un catalán – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

El poeta español Antonio Machado (Nacido, en Sevilla, Antonio Cipriano José María Machado Ruiz, y muerto en el pueblo de Colliure en su exilio francés) fue el más joven representante de la llamada Generación del 98.

Su obra inicial, de corte modernista (como la de su hermano Manuel) evolucionó hacia un intimismo simbolista con rasgos románticos, que maduró en una poesía de compromiso humano, de una parte, y de contemplación casi taoísta de la existencia, por otra; una síntesis que en su voz se hace eco de la sabiduría popular más ancestral.

En su obra “Proverbios y cantares”, poemas breves, de carácter reflexivo y sentencioso y una colección de textos de crítica social, dibujando la España de aquel momento, incluyó el “Poema de la saeta”…

¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

De padre catalán y madre aragonesa nació en Barcelona y creció en el barrio obrero del Poble Sec. Estudió agricultura y por ese tiempo comenzó con la música, un grupo con amigos que no llegó lejos, y escribe algunas canciones. En Radio Barcelona estrenó una de ellas, llegó una compañía discográfica y una carrera que hoy sigue, incluso, recorriendo el mundo. Se llama, claro, Joan Manuel Serrat.

El “Nano” le puso música, en una de sus primeras obras integrales, a los poemas de Machado;  modificó o agregó algún verso para llevarlo al plano de la canción.

El “Poema de la saeta” se convirtió en “La saeta” y, desde entonces, es toda una definición acerca de la mirada de un pueblo para con la figura de Cristo…

Norberto Tallón
@betotallon