“Déjenme cantar por los que no tienen nada”. Por: Adriana Muscillo.

 

A menudo, las personas escuchamos canciones y gustamos de ellas sin prestar atención a lo que dicen o, tal vez, sin entenderlo por estar cantadas en un idioma que no dominamos. Pero, así y todo, nos atrapan por su armonía, por su cadencia, por lo que nos transmiten en todos los otros lenguajes que no utilizan la palabra. Sin embargo, si nos tomáramos el trabajo de averiguar cuál es el mensaje que ellas transmiten y que nosotros reproducimos al entonarlas, canturreándolas mientras manejamos o mientras cocinamos o mientras nos bañamos, tal vez descubriríamos que esas letras tienen mucho que ver con nuestra esencia, con lo que nosotros mismos somos, con nuestras creencias, con lo que sostenemos como verdad. El mecanismo que se pone en marcha cuando elegimos qué música escuchar, así como ocurre con todas las otras preferencias, es del orden de lo inconciente y responde a patrones que están muy arraigados en lo profundo de nuestra matriz psíquica. Así somos.

Hoy les traigo una hermosa canción francesa, cuya letra lo es aún más, a mi juicio. Una canción dirigida a aquellos que no tienen nada, a los que han visto “el color azul de las mañanas desdichadas”. A los que siempre tendrán “la impresión de ser cero”. En el fondo, dirigida a todos nosotros porque, ¿quién no se ha sentido, alguna vez, derrotado, vencido, acabado? Y tiene que ver, también, con lo que me propongo en esta columna: develar aquello que, como diría Antoine de Saint-Exupéry, es “invisible a los ojos”.

Ceux qui n’ont rien / Los que no tienen nada.

Letra en francés: Patty Griffin. Intérprete: Patricia Kaas. Traducción al español: Adriana Muscillo.

Quand t’as laissé de ta jeunesse

Cuando has pasado tu juventud

Derrière les barreaux d’une prison

Detrás de los barrotes de una prisión

Parce que t’avais eu d’la tendresse

Porque has tenido ternura

Pour une bagnole ou un blouson

Por un coche o una chaqueta

Quand t’as laissé passer ta chance

Cuando has dejado pasar tu oportunidad

Ou qu’elle ne t’a pas reconnue

O ella no te ha reconocido

Tu te retrouves en état d’urgence

Te encuentras en estado de urgencia

Au bureau des objets perdus

En la oficina de objetos perdidos

Moi qui connais le gris

Yo, que conozco el gris

Des couleurs de la nuit…

De los colores de la noche…

Laissez-moi chanter

Déjenme cantar

Pour ceux qui n’ont rien

Por los que no tienen nada

Laissez-moi penser

Déjenme pensar en ellos

Qu’y à toujours quelqu’un

Más que en ningún otro

Qui cherche r’donner

Quien busca volver a dar

Quelque chose de bien

Algo de bueno

Qui cherche r’couper

Quien busca volver a cortar

Les cartes du destin

Las cartas del destino

Quand t’as r’gardé passer ta vie

Cuando has visto pasar tu vida

Avec l’impression d’ętre en faute

Con la impresión de estar en falta

Tu t’demandes pas si t’as envie

No te preguntas si tienes ganas

De vouloir ętre quelqu’un d’autre

De querer ser otra persona

Quand t’as r’gardé toutes ces vitrines

Cuando has visto todas esas vidrieras

Avec tes mains derrière ton dos

Con las manos detrás de tu espalda

Męme si demain t’es James Dean

Aunque mañana seas James Dean

T’auras l’impression d’ętre zéro

Tendrás la impresión de ser cero

Moi qui connais le bleu

Yo, que conozco el azul

Des matins malheureux…

De las mañanas desdichadas…

Laissez-moi chanter

Déjenme cantar

Pour ceux qui n’ont rien

Por los que no tienen nada

Laissez-moi penser

Déjenme pensar en ellos

Qu’y a toujours quelqu’un

Más que en ningún otro

Qui cherche ŕ donner

Quien busca volver a dar

Quelque chose de bien

Algo de bueno

Qui cherche ŕ couper

Quien busca volver a cortar

Les cartes du destin

Las cartas del destino

Laissez-moi chanter

Déjenme cantar.

@AdrianaMuscillo es periodista y psicóloga social.