Un argentino en Brasil

GRAMADO: UN BELLO RINCON EUROPEO EN EL SUR DE BRASIL – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar. MIRÁ LA GALERÍA DE IMÁGENES.

Podemos pensar en San Carlos de Bariloche, San Martín de los Andes o Villa la Angostura, en las provincias argentinas de Río Negro y Neuquén; Gstaad, en el  cantón de Berna, Suiza; Cortina d´Ampezzo o en Belluno, región del Véneto, en el norte de Italia, que son magníficos paisajes turísticos escapados de alguna postal imaginada por el más caracterizado de los pintores, centros invernales con una afluencia turística muy importante y ciudades aptas para hacer sentir al visitante de la mejor manera.

Nos gustaría estar en alguno de los lugares mencionados, pero hoy queremos destacar al municipio brasileño de Gramado, ubicado en  el estado de Río Grande do Sul, 115 kilómetros al norte de Porto Alegre, capital sureña.

Esta típica ciudad de montaña, está inserta en plena “Sierra Gaucha” y es poseedora de una riqueza cultural bien característica de Europa. La rodean bellezas naturales exuberantes, que la constituyen en el polo turístico más importante de su provincia y en uno de los destinos más concurridos por el turismo interno de Brasil.

Los brasileños la conocen como la “Suiza Brasileña” y allí se reúnen visitantes durante todo el año, no solo atraídos por su clima sosegado y su legado europeo, sino también cautivados por sus beldades originarias, entre las que predominan sierras, valles, arroyos cristalinos y la diversidad de pinos y plantas de variadas especies.

Fueron Italianos y alemanes, quienes más aportaron con sus tradiciones manifiestas en la amplia gastronomía de excelente calidad, sus danzas típicas e inculcaron el respeto al vecino y a quienes visitan la región.

Vinos y cervezas producidos con la sapiencia de verdaderos artesanos, pueden degustarse en la ciudad y la zona y destcamos la fabricación de chocolates, otro de los atractivos que el visitante no puede resistir.

Lamentablemente, por divergencias entre organizadores y los industriales hoteleros, no se realizara este año la “Chocofest”, fiesta que reúne a verdaderas multitudes y donde no solo se degusta el derivado del cacao, sino que también se presentan bandas y músicos de reconocida trayectoria.

En su lugar y para compensar en parte la ausencia de ese evento, se prepara para estas Pascuas, la primera “Fiesta del Chocolate Césped”, entre el 13 de Marzo y el 5 de Abril. La organización estará a cargo de la Oficina de Turismo, Industria, Comercio y Cultura, con la colaboración de “Gramadotur”.

Mascotas animadas, danzas típicas, espectáculos variados y desfiles, le darán marco a una experiencia nueva en la ciudad, para ofrecer un espectáculo que, si bien no es la “Chocofest”, brindará un atractivo turístico-comercial para atraer visitantes.

En sus paisajes, Gramado se diferencia en muchos aspectos de otras ciudades brasileñas y forma parte del corredor turístico conocido como “Región de las Hortensias”.

Esta zona se diferencia, en primer lugar del característico clima tropical que identifica al país y, como consecuencia del clima más frio, es mayor la cantidad de inmigrantes europeos.

En segundo  orden, tanto los habitantes como las autoridades municipales, se empeñan en embellecer y mantener limpia la ciudad; es característico ver sus calles y veredas siempre impecables y las flores nunca faltan en las cuatro estaciones del año.

La flor símbolo del lugar, es la hortensia. Su color azulado, producto del óxido de hierro, se destaca en jardines privados, rutas y parques públicos.

Una característica importante de este lugar, es la tranquilidad reinante que también es una diferencia con otras ciudades de Brasil, ya que el ritmo frenético de San Pablo o Rio de Janeiro, contrastan con la pasividad de los habitantes “Gramadenses” quienes, con su rasgo parsimonioso, lo invitan a gozar de la calma de los acogedores sectores que ofrece la hotelería y las confiterías y restaurantes.

Esta ciudad es muy visitada, además de los motivos ya destacados, por la excelente producción de muebles, cueros, tejidos y artesanías de buena calidad.

El origen del nombre “Gramado” proviene del español “Pastizal” y fueron los primeros colonos portugueses los que le concedieron este mote, porque era el punto donde las tropas de ganado acostumbraban a pastar, en su  largo viaje hacia San Pablo, donde eran comercializadas.

Fue a fines del siglo XIX, cuando se radicaron los inmigrantes europeos y aquel pequeño poblado creció de manera tal, que consiguió su emancipación en  954, constituyéndose en municipio.

Esta población cuenta con poco más de 33 mil habitantes. Su arquitectura es bien tradicional de las comarcas de montaña y amanecer en este terruño nos invita a relajarnos, a vivir a pleno sus maravillosos paisajes e, imaginariamente, visitar las aldeas italianas, alemanas, austriacas, suizas o algunos caseríos de las campiñas de Gran Bretaña o Francia.

La educación de sus vecinos acompaña el cansino andar de quien vive en parajes de bosques y montañas; el visitante transita sus calles pintorescas entre los relieves de este capricho de la naturaleza de 237 kilómetros cuadrados de superficie.

El plano urbano de Gramado es capaz de hacer perder hasta al más orientado de los visitantes, pues las calles y manzanas se adaptan a la geografía escarpada del lugar, lo que no da lugar a la diagramación tradicional de las poblaciones latinoamericanas.

La mayoría de las calles posee nombres alusivos a ciudadanos ilustres y todas están enmarcadas por enormes plantas de hortensias. Hay dos avenidas principales: la Avenida Borges de Medeiros, principal arteria comercial de la ciudad y la Avenida de las Hortensias, que recorre Gramado por completo de oeste a este y continua hasta el vecino municipio de Canela, a 8 kilómetros.

En el cruce de ambas avenidas, se encuentra la plaza principal, llamada “Major Nicoletti”. En sus alrededores están los principales edificios ciudadanos, como el Palacio Municipal, la Iglesia Matriz de San Pedro y el Palacio de los Festivales, sede de grandes eventos locales.

Entre los muchos atractivos de la localidad, encontramos el “Valle del Quilombo”, con bosques nativos de araucarias y pequeñas colonias agrícolas; el “Parque Knorr”, que alberga un parque temático llamado «Aldea de Papá Noel»; el «Mini Mundo», otro parque infantil con réplicas a escala reducida de edificios famosos del mundo; y el “Lago Negro”, espejo de agua artificial rodeado de árboles, cuyas semillas fueron traídas de la “Selva Negra”, en Alemania.

Gramado también sirve de base para explorar los alrededores, como el “Parque del Caracol”, con su bella cascada, en Canela; la región vitivinícola de “Caxías do Sul”, “Bento Gonçalves” y el “Parque Nacional de Aparados da Serra”, con el cañón de “Itaimbezinho”, el más grande de Sudamérica.

La ciudad también es famosa por los eventos que realiza. En el calendario local, se destacan el Festival de Cine de Gramado (en agosto), el más importante del país, que premia al cine brasileño y latinoamericano y el «Natal Luz», programación navideña que se le lleva a cabo en diciembre, donde no faltan luces, fuegos artificiales, bellísimos decorados, desfiles y conciertos de música erudita.

Recomendamos a quienes deseen conocer la “Suiza Brasileña”, que en feriados largos, vacaciones de invierno, navidad o año nuevo, realicen reservas hoteleras con tiempo, debido a la gran demanda existente.

La calidad de los servicios ofrecidos, hace que los precios de hotelería y restaurantes sean bastante más onerosos que en otros sectores del país hermano.

Visitar Gramado y su vecina Canela les resultara gratificante y se sentirán en un lugar soñado, bien tratados en cualquier local al que concurran, con áreas de información al turista que funcionan con una amabilidad pocas veces vista.

Las fuerzas del orden tratan con mucho respeto y controlan permanentemente, por lo que la ciudad ofrece seguridad.

Los ciudadanos tratan al visitante con amabilidad y cariño, como es habitual en la mayor parte de Brasil.

Un Rincón de Europa en el sur del Brasil llamado “Gramado”, lo convida a degustar sabrosos chocolates, excelentes comidas típicas italianas o alemanas o beber cerveza artesanales y vinos caseros de muy buena calidad.

 

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