Un argentino en Brasil

 LOS CASINOS DE BRASIL, HISTORIA DE UN TIEMPO QUE PASÓ – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Los casinos en Brasil vivieron su época de apogeo con Getulio Vargas como presidente del país, durante el período llamado ¨Estado Novo¨, entre 1937 y 1945. Los más famosos estaban en Río de Janeiro, entonces capital del país.

Era época de glamour en los casinos por sus shows, colmados de importantes vedetes y sus salones lujosos; la era de los hoteles-casinos es recordada hasta hoy por quienes los frecuentaban.

El entusiasmo de los brasileños por el juego es histórico y viene desde la época de la colonia. Con esto, en la era del presidente Vargas, los casinos cobraron gran auge en numerosas ciudades dentro del circuito turístico internacional.

Este nuevo fenómeno se dio porque en los planes de la política del ¨Estado Novo¨, se contemplaban metas de incentivar el turismo y la música brasileña, dos actividades directamente relacionadas con la diversión en las casas de juegos.

Para contribuir con este suceso, la policía de ¨Boa Vizinhança¨, -Buenos Vecinos-, del presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelet, envió grandes nombres de la música americana y estrellas de Hollywood al Brasil.

El ¨Casino de la Urca¨, en Rio de Janeiro (imágenes), fue un capítulo aparte en la historia de esas casas de juegos; por allí pasaron estrellas internacionales como: Bing Crosby, Jean Sablon, Martha Eggerth, Pedro Vargas, Carmen Miranda, Toni Bennett, Edith Piaf y Amália Rodrigues, entre otros.

En sus escenarios se recibieron a grandes orquestas y músicos como ¨Gran Otelo¨ y jóvenes brillantes como Emilinha Borba, Linda y Dircinha Batista y Heleninha Costa, entre muchas celebridades de la música.

El gran suceso del ¨Casino de la Urca¨, en su época de oro, se debió al empeño del empresario Joaquím Rolla, quien había nacido en Minas Geraís y trabajado como tropero y albañil. Este hombre se volvió millonario en la construcción de la ¨Estrada de Ferro¨, el ramal ferroviario que unía Rio de Janeiro con el estado de Minas Gerais.

A su regreso a la capital Carioca y después de perder mucho dinero adquiriendo el hotel Copacabana Palace, compró acciones del ¨Casino Balneario da Urca¨ y llegó a ser propietario al poco tiempo.

Con su olfato comercial, esta casa de juegos alcanzó un éxito rotundo en la era Vargas. Joaquím Rolla fue un visionario para la época porque llegó a crear una agencia de propaganda para promover sus actividades en los periódicos de la ciudad.

Además de comandar el casino más lujoso de Brasil, Rolla fue dueño de establecimientos como el ¨Cassino de Icaraí¨, ¨Hotel-Cassino Quitandinha¨, ¨Cassino da Pampulha¨, el ¨Grande Hotel de Araxᨠy el ¨Cassino da Urca¨, este último con el mismo nombre del más famoso, en la ciudad de ¨Poços de Caldas¨, (Minas Gerais).

Contó con el apoyo del primer magistrado del país, Rolla y con el patrocinio de la primera dama, Doña Darcy Vargas. Ella sustentó todos los eventos, fiestas y encuentros musicales y difundió entre los embajadores, ministros, parlamentarios, hombres de negocios, ministros, militares de alto rango e intelectuales, junto con funcionarios internacionales, todo lo relacionado con los emprendimientos del empresario minero.

Otra fue la suerte del administrador del juego en Brasil, con la llegada del nuevo presidente; el 30 de abril de 1946, Eurico Gaspar Dutra, mediante un nuevo decreto hizo que el ¨Casino de la Urca¨ y las otras casas de apuestas, se tornasen ilegales. Según narran historiadores de la época, existe una versión de que fue la esposa del reciente presidente de la nación, quien le pidió que cerrasen estos establecimientos porque no era lo mejor para la moral de los ciudadanos.

Los Casinos de Brasil pasaron a formar parte de la historia de un tiempo que pasó…

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