Un argentino en Brasil: Caza de ballenas

Historia de las Factorías – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Esto es parte de la historia de Brasil del siglo XVII. La práctica de la caza de las ballenas con arpones, se inició por neta influencia de los pescadores de origen vasco instalados en la bahía, allá por el año 1614.

La corona portuguesa estableció un monopolio con lo que era una rentable actividad, de esta manera los lusos afianzaron el control de los impuestos y el posterior destino de lo producido en la pesca. Esta devastación hacia la especie fue una de las tantas atrocidades de la corona en el Brasil Colonial.

Resultado de imagen para caza de ballenas en el brasil colonial

Durante el siglo XVII, con la implementación de nuevas “Armaçoes” (factorías), en San Pablo, Rio de Janeiro, Santa Catarina y el estado de la Bahía, el Brasil se constituyó en el principal productor de aceite.

En realidad el apogeo de la caza ballenera comienza en 1765, como consecuencia de la unificación de los contratos del acoso a esto mamíferos gigantes, en lo que se llamó “Reformas Pombalinas” (Leyes dictadas por el Marqués de Pombal), donde proliferan entre otras barbaridades la creación de nuevas factorías.

Resultado de imagen para Reformas Pombalinas

El tiempo de la gran producción de la industria de las ballenas finalizó en 1789, con la casi extinción de los cetáceos y la competencia entre ingleses y norteamericanos que capturaban las presas en altamar antes de que llegasen a la costa.

Resultado de imagen para caza de ballenas en el brasil colonial

También se adjudicó la decadencia en el método de obtener el aceite, ya que aquí se
derrochaba mucho y eso elevaba el costo. Como su elaboración estaba monopolizada no permitió avances técnicos ni ser competitivo ante los países que salieron a rivalizar comercialmente.

Con la escandalosa caída en la manufactura, y con nuevas ideas políticas que marcaron una tendencia económica-liberal, es que la corona decidió acabar con el privilegio en 1801.

Resultado de imagen para caza de ballenas en el brasil colonial

Para hablar sobre el trabajo, podemos decir que la pesca era realizada por obreros asalariados, pequeños agricultores de la región obligados por la baja renta en sus tierras usaron como alternativa esta labor más riesgosa en la que acumulaban muchas horas en el mar, porque el pago era de acuerdo con cuantas ballenas mataran.

Resultado de imagen para caza de ballenas en el brasil colonial

El aceite obtenido era uno de los productos principales de esta inhumana industria, ya que se utilizaba en la iluminación y en la mezcla con arena en construcciones de la época, luego de la segunda mitad del siglo XVIII, se aplicó en la fabricación de velas.

Para producir el aceite, la gordura era sacada de la ballena, derretida en tanques y luego se fritaba, cada animal producía –de acuerdo al tamaño-, entre 12 a 20 toneles de 550 litros cada uno.

Resultado de imagen para factorias de ballenas brasil siglo xviii

Estos trabajos con los productos obtenidos de las ballenas, eran considerados menos
arriesgados que la pesca y lo realizaban los esclavos en una cantidad aproximada de entre 20 y 80 cautivos de acuerdo al tamaño de la factoría. Cabe destacar, que estos asalariados eran pagados por el contratante o bien por la Corona de Portugal cuando la “Armação”, era administrada por ella.

Por la baja rentabilidad llegaron a su final a mediados del siglo XIX, en que fueron puestas a la venta por la Corona. Como no hubo interesados hasta 1816, dos de estos establecimientos pasaron a ser explotados por el Estado Nacional en el norte del país para preservar la fuente de trabajo.

Resultado de imagen para factorias de ballenas brasil siglo xviii

Es así que lo restante del siglo en San Pablo, Santa Catarina y Rio de Janeiro, las factorías fueron abandonadas. Solamente dos sobrevivieron en la bahía en manos de particulares, y continuaron la actividad hasta la mitad del siglo XX.

Una de ellas, que marca el pasado sangriento, es en la actualidad una atracción turística en Imbituba, distante 90 kms de Florianópolis, Santa Catarina, en el Museo de la Ballena, ubicado en un antiguo caserón donde, en el siglo XVIII, se procesaban la carne y grasa de 400 ballenas por año.

==================================================================

Alberto Curia es Consultor Turístico en todos los destinos del Brasil.

Brinda servicio exclusivo y personalizado, ofrecido por profesionales con experiencia y capacitados en el área de turismo.

Proyectar un buen viaje es fundamental para disfrutar mejor los destinos turísticos que Brasil tiene para ofrecer: Recife, Río de Janeiro, Maceió, Búzios, Cabo Frío, Arraial do Cabo, Río das Ostras, Salvador Bahía, Porto de Galinhas, Florianópolis, Balneario Camboriú, Governador Celso Ramos, Itapema, Fernando de Noronha, Cataratas del Iguazú (Foz do Iguaçú), o el destino que usted proponga.

Planificar un viaje no es tan fácil como imaginamos; es preciso tener conocimiento, experiencia y seleccionar buenos prestadores de servicios con informaciones precisas y confiables.

Con el objetivo de ayudar a los turistas a economizar tiempo y dinero, ofrecemos nuestros servicios Consultores de Viajes.

Destinos en todas las playas; hoteles, posadas, restaurantes, alquiler de autos, excursiones, transfers, etcétera.

Informes: [email protected]