Un argentino en Brasil: La feijoada

UN SÍMBOLO CULINARIO BRASILEÑO. Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Dentro de la cultura de un país hay muchos mitos y riquezas, entre ellos, las costumbres culinarias. Cuando se visita Brasil, suele buscarse una variedad de playas hermosas y diferentes, con aguas cálidas y transparentes y otras características distintas a las muchas que también nos brinda la  Argentina.

Dentro de la idiosincracia de los brasileños, a la hora de alimentarse para ellos comer sin que exista un plato de feijao o la tradicional feijoada, no es comer.

Por mucho tiempo existió la creencia de que la feijoada era un plato genuino de la cocina brasileña. Es más, existe una narrativa articulada a partir de esta creencia que decía que ese plato había sido generado por los esclavos africanos en el ámbito de las senzalas, pequeñas habitaciones de adobe construidas para morada de ellos.

Esta comida era muy consumida por la falta de alimentos más consistentes y de calidad. Los esclavos producían una especie de puchero cocido, cuya base era el poroto negro, al cual le agregaban restos de carne -en especial de cerdo-, como visceras, orejas, patas, etc.. De esta manera le daban mayor consistencia a este plato, al que solían agregar legumbres y verduras.

Algunos investigadores dicen que la história de la Feijoada se inició como hábito alimenticio que se utilizaba mucho en algunas regiones de Europa, incluyendo los paises ibéricos, por ejemplo, Portugal.

Retornando a la idea de que se originó como comida de los esclavos, podemos indicar que utilizaban mucho grano de maiz, mandioca y verduras en general.

Las investigaciones históricas más recientes indican que un plato como la feijoada solo podría ser de hecho, preparado y consumido por quien tuviese condiciones sociales más pudientes. Entre ellos, probablemente, personas que frecuentaban la corte portuguesa en Río de Janeiro y otros habitantes de la ciudad con posición económica bien acomodada.

En 1848, podía apreciarse en un anuncio publicitario del «Diario el Comercio», que este plato era una adaptación de un similar europeo y se lo presentaba como «Feijoada Brasileña».

Otro anuncio en el mismo matutino, pero un año después, ofrecia lo siguiente: «En el Restaurante Casa de Pasto», al lado del bar de «La Fama del café con leche», se determinó que habrá de lunes a jueves durante todo el mes, la bella Feijoada, a pedido de nuestros clientes, tanto para el almuerzo como para la cena y también se ofrece variedad de pescados».

Estos datos sobre la historía de lo que es considerado el plato típico del Brasil, no quieren decir que no se haya tornado en la comida más popular, apreciada y consumida por todas las clases sociales del país hermano.

Tampoco podemos dejar de asociarla a la presencia del esclavo negro en tierras brasileñas, porque ellos ayudaron a su consumo de forma masiva, y no deja de ser el resultado de la fusión de costumbres alimenticias de Europa y la creatividad de los africanos. Todo sumó para, que la feijoada se contituya en el simbolo de la culinaria nacional.

Esta unión, tuvo origen en la época del descubrimiento del oro en la «Capitanía de Sao Vicente en San Pablo», en el siglo XVII, comienzo de la minería en esa región, lo que le permitió a la economía brasileña un ligero progreso. A partir de este incentivo, se concretaron tratados comerciales para la compra de cacáo, algodón, cafe, etc. Con esta demanda de productos, se acrecentó el trafico de esclavos desde África y, como concecuencia, su influencia en los hábitos alimenticios.

En aquella época, la comida de los esclavos estaba compuesta basicamente por granos de maíz, poroto negro y sal. De esta manera, se mezclaba el poroto con harina de mandioca, constituyendose en el plato de alimento básico del momento. Poco tiempo después, se le sumó carne, tocino y harina y la feijoada estaba lista para comer…

En la actualidad, la Feijoada Tradicional, completa, se prepara asi:

1 kg de Porotos Negros, 100 g de carne seca, 70 g de oreja de cerdo, 70 g de rabo de cerdo, 70 g de pata de cerdo, 100 g de costilla de cerdo, 100 g de chorizo seco, 150 g de salchicha, 2 cebollas picada, 50 g de cebolla de verdeo, 3 hojs de laurel, 6 dientes de ajo, pimienta y sala gusto.

Modo de Preparación: Limpiar bien las carnes que tengan la menor cantidad posible de grasa; dejar de remojo de la noche par la mañana; cocinar el poroto, apenas con las hojas de laurel; después, condimentar con cebolla, ajo, cebolla de verdeo, pimienta y sal. Colocar en otra olla las carnes y, luego de acabado este procedimiento, mezclar todos los ingredientes. La Feijoada estará a punto! Si quiere, puede prepararla y disfrutarla.
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