Un Argentino en Brasil: María Da Penha

Sobreviví… Puedo Contarlo. Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar

 

Existen grandes mujeres que trascienden las actitudes cotidianas, una de ellas es María da Penha Maia Fernandes. Si bien su vida presenta momentos de tristeza y cobardía, podemos decir que su causa es mucho más que la historia misma, un verdadero ejemplo de vida.

Impulsora de la Ley nº 11.340 (conocida como la Lei Maria da Penha).

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Fue víctima de una relación abusiva con un marido, que intento matarla dos veces y, que la dejó, finalmente, parapléjica. Penha sobrevivió y luchó para que lo sucedido con ella no fuese un hecho más, encuadrado dentro de los crímenes del Código Penal Brasileño.

A causa de la valentía de María, la violencia contra la mujer en Brasil pasó a ser reconocida como “Crimen Grave”, que tristemente ocurre en todos los estratos sociales.

Pese a que la ley cumplió 10 años de vigencia, más del 70 % de las personas no conocen su contenido y la efectividad de la esta, cuando en realidad se aplica de manera correcta.

Remontándonos a la historia, recordemos la trayectoria de María da Penha, quien se casó por primera vez cuando tenía 19 años y como su marido era muy celoso y no la dejaba siquiera estudiar, se separó. Luego decide ingresar a la Facultad de Farmacia y Bioquímica de Ceará donde en 1966 se recibe en la especialidad. Continuando con los estudios, decide hacer el post grado en Parasitología en la Universidad de San Pablo, donde conoce a un joven bonito y simpático de nombre Marco Antonio Heredia Viveros, de nacionalidad colombiana quien se convierte en su segundo marido.

Cuando hubo terminado el posgrado, se fueron a vivir a Fortaleza. Cuando el proceso de nacionalización brasileña de Heredia finalizó, este cambió totalmente su comportamiento.

María da Penha ya tenía su segunda hija. El colombiano, como lo conocían muchos, pasó a tener actitudes de rabia agrediendo a su mujer y a las niñas. La tercera hija tenía un año de edad cuando la primera tentativa de homicidio ocurrió: Heredia simuló un asalto y María recibió un tiro de escopeta por la espalda, pasó meses en el hospital y, luego de varias cirugías, quedo parapléjica; corría 1983 y tenía 38 años de edad.

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Una vez en su casa, Marco Heredia, anuló la visita de amigos y familiares manteniendo a María en una verdadera cárcel privada, los ataques continuaron y hasta intentó electrocutarla mientras se bañaba Ante los gritos desesperados fue asistida por la niñera de sus hijas quien le salvo la vida. Posteriormente a ese episodio, recurrió a la justicia y consiguió una orden judicial para abandonar su hogar junto a sus tres niñas.

El proceso contra Heredia por los dos intentos de asesinato tuvo muchas artimañas,
solamente un año después fue detenido y al poco tiempo liberado. Luego de este hecho fue juzgado nuevamente y condenado a 15 años de prisión, pero una vez más gracias a un recurso, su juicio fue anulado.

Para que su caso no cayese en el olvido, María da Penha, lanzó en 1994, su libro: “Sobreviví… Puedo Contarlo”. Pidió ayuda a varias ONG e inició un proceso a nivel internacional, por estar totalmente decepcionada con la justicia del Brasil.

Toda esta causa comienza en el Centro de Justicia por el Derecho Internacional (Cejil) y en el Comité Latino Americano de Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem). La solicitud fue realizada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ante la Organización de Estados Americanos (OEA), que acató por primera vez una denuncia de violencia doméstica.

Heredia Viveros fue preso en 2002 y cumplió dos años de cárcel.

Condenado por la Organización de las Naciones Unidas por negligencia a la violencia
doméstica, Brasil tuvo que crear una ley en 1988, encuadrada en su Constitución, para cubrir este tipo de intimidación, no solamente en los aspectos físico y sexual, sino también en lo psicológico, moral y patrimonial.

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Allí surge la Ley 11.340/2006 conocida como Ley María da Penha, que aumentó en un 600 % las denuncias de abuso a la mujer. Una especie de S.O.S. mujer. Con esta ley, se acabó también el no pago de la pensión por hijos.

En los 10 años de vigencia, la ley recibió otros elementos de ayuda. En Rio de Janeiro, Jueces, Promotores de Justicia, Comisarios, Defensores Públicos, Asistentes Sociales y Psicólogos, se unieron en torno a esta causa, intentando salvar la vida de muchas mujeres, asociando la figura de femicidio como un hecho aberrante.

Por el valor y el coraje de María da Penha, y su Ley, la vida de muchas mujeres cambió para mejor en Brasil.
Ley María da Penha: “Sobreviví… Puedo Contarlo”.

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Alberto Antonio Curia. Especial Para Diario de Cultura.

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