Un argentino en Brasil: “Morro da Providencia”

120 años de desigualdad social. Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

La realidad que se vive en los distintos asentamientos de Río de Janeiro, la capital de los cariocas, no es nueva ya desde los principios mismos del desarrollo importante de la “Cidade Maravilhosa”, comenzaba a coexistir este problema que en la actualidad se acentuó, con la falta de viviendas, trabajo y desorden, que va desde el robo de un pequeño objeto hasta el tráfico de drogas, pasando por la falta de respuesta de los gobiernos de turno que prometen, no cumplen y, por si todo esto fuera poco, la prostitución de jóvenes, menores y adultos .

Allí surgieron, tan destacadas como el Cristo Redentor o el Pao de Açúcar, las favelas que se expanden por el magnífico escenario de Rio de Janeiro.

La primera de ellas es la ubicada en el “Morro de la Providencia”, que comenzó a ser habitada hace casi 120 años.

Resultado de imagen para “Morro da Providencia” rio de janeiro

Dos factores históricos importantes contribuyeron para este tipo de ocupaciones creciera en esta región. Uno fue el gran número de soldados victoriosos de la llamada “Guerra de los Canudos”, la insurrección en la ciudad de Canudos, Bahía, y el enfrentamiento entre un movimiento popular socio-religioso con el ejército de la República, entre los años 1896 a 1897. Desembarcaron en Río el 5 de octubre de 1897, sin lugar donde vivir. En segundo lugar, la gran concentración de negros que invadían la ciudad luego de la abolición de la esclavitud, con la llamada ley del vientre libre en 1871. En ese època, la ciudad de Rio de Janeiro se llenó de exesclavos en busca de trabajo y comenzó a surgir una gran cantidad de complejos habitacionales tipo “conventillos”, en la parte céntrica, lo que hasta entonces era considerado el área más residencial de los cariocas, tornándose un importante sector concentrador de mano de obra para la construcción de la Central de Brasil (Estación de tren metropolitano), en 1858.

También podemos decir que mansiones que no tenían como sustentarse sin los esclavos, fueron transformadas en “casas de cómodos”, es decir incipientes albergues hoteleros.

En esa misma época, segunda mitad del siglo XIX, surgió el mayor y más famoso “conventillo”, de la ciudad llamado: “Cabeza de Puerco”, ya que estaba compuesto por 4 mil pequeños cuartos, ubicado al lado del complejo ferroviario “Central de Brasil”. Fue destruido en 1893 y, como consecuencia, los moradores fueron a parar al pasaje transversal “Felicidade”, origen de la primera comunidad denominada por entonces “Morro da Favela”.

Dicen los historiadores que con la liberación de esclavos, unos 200 mil invadieron Rio de Janeiro provenientes del “Vale de Paraíba” y, de esta manera, comenzaron a verse a los primeros mendigos, que no solo no tenían donde vivir, sino tampoco cómo alimentarse.

El “Morro de la Providencia”, fue el lugar ideal para cobijar a las familias de baja renta, cercado por una montaña usada para extraer piedras, junto a fábricas y a las vías del ferrocarril. Además, tenía un cementerio y estaba cerca de la región portuaria. Por todos estos factores, los terrenos estaban bien desvalorizados y libres para ocupar.

Por entonces, se mezclaban las humildes casas de chapa y cartón, con la extracción de piedras del morro que por entonces era, primordial para las obras de la ciudad.

Los moradores trabajaban en la pedrera, que fue explotada durante décadas hasta que, en 1968, una explosión inesperada sepultó a 36 obreros. Los cuerpos de esos trabajadores nunca fueron encontrados.

En 1904, el gobierno intentó la primera remoción de la “Favela da Providencia”, pero el acto se frustró por una revuelta popular bautizada de “Revolta da Vacina”, (Revuelta de la Vacuna), donde los moradores combatieron con las tropas del gobierno, quien acabó hallando que aquella población era fundamental como mano de obra barata para trabajar en la cantera, obras públicas, puerto, fábricas y usina de la zona.

La violencia en las comunidades comenzó varios años después, según cuenta la historia, en la época de la dictadura militar. El gobierno y la policía denominaban a los pobres y a los desocupados como “Clase Peligrosa” y a fines de la década del 70, el trafico de drogas comenzó a dominar los morros de la ciudad.

Hasta entonces, esas comunidades eran controladas por las personas que explotaban el “Jogo do Bicho” (juego clandestino). Se dice que una serie de factores empujaron al tráfico para el los morros; una central fue la corrupción policial que estaba más preocupada en reprimir asuntos políticos que el crimen propiamente dicho.

Las personas recuerdan que durante aquella época cualquier bandido era muerto en manos de la policía, fundamentalmente, los que delinquían con estupefacientes en el radio céntrico. Por eso, las favelas se constituyeron en el epicentro del consumo y venta.

Pese a que la Policía Pacificadora hace siete años está asentada en la comunidad, la favela del “Morro de la Providencia”, continua siendo peligrosa, de la mano del gran dinero que mueven los traficantes de drogas, la connivencia con las fuerzas policiales que son corrompidas permanentemente y la anuencia de los vecinos, que reciben dinero de los líderes del tráfico como colaboradores o, simplemente, por temor a perder la vida.

“Morro de la Providencia”, en pleno corazón de la capital Carioca, 120 años acompañando la desigualdad social.

 

[email protected]