Pocos cantantes en Brasil tuvieron tanto éxito y preferencia de las mujeres como “Wando”, nacido en Bom Jardín, estado de Minas Gerais, con el nombre de Vanderley Alves dos Reis, el 2 de octubre de 1945. Allí estaba la hacienda que había pertenecido a sus abuelos, aunque fue asentado en el registro civil de “Cajuri”, en el mismo estado.
El cantante cuenta que de niño se trasladó junto a su familia para la ciudad de “Juiz de Fora”, Minas Gerais, donde concluyó la escuela primaria. Más tarde se mudaron para “Vuelta Redonda”, –interior de Rio de Janeiro-, donde trabajo como repartidor de leche a domicilio, vendió diarios, fue feriante, chofer de camión y otros quehaceres.
En esa época se generó su interés por la música; estudió guitarra clásica, empezó a componer canciones de amor y se apasionó en ese perfil de la balada romántica que socialmente lo acercaba a las mujeres del lugar.
Luego de abandonar su condición de feriante, se trasladó a Congonhas, Minas Gerais, donde comenzó a vivir de la música como integrante de un grupo llamado “Escaravelhos” (escarabajos).
Cinco años después, decidió intentar suerte en el eje comprendido entre Rio de Janeiro y San Pablo, donde uno de los grandes cantantes de la época, Jair Rodríguez, le grabó su primer suceso; la canción «O Importante e ser Fevereiro”, muy difundida durante el carnaval de 1974.
Esa labor seguía la línea musical que habían comenzado Caetano Veloso, Gilberto Gil y Chico Buarque de Holanda. Ese guiño en la dirección del repertorio del intérprete fue simbolizado con la canción “Moça”, del nuevo disco de “Wando”, (1975), donde el cantor narra que se da cuenta en un show en San Pablo, que las damas presentes deliraban cuando el cantaba canciones románticas.
A lo largo de la década siguiente, se consolida como un verdadero seductor y es llamado el “Cantor das Calcinhas”, -el cantor de las bombachas-, ya que ante cada actuación, cuando ya era un notable éxito su tema más popular: “Fogo y Paixao” (Fuego y Pasión), las damas presentes se sacaban la ropa íntima y la arrojaban sobre el escenario: En esa época, “Wando” residía en Rio de Janeiro.
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En la faceta de compositor, fue célebre por su inclinación a las canciones de contenido romántico y erótico. Entre otras provocaciones “Wando”, guardaba cada “calcinha”, que le arrojaban e hizo en su casa un “santuario”, con 17 mil unidades que coleccionaba en un cuarto especial.
También su osadía consistía en invitar a algunas mujeres a un motel en sus actuaciones en vivo, en la famosa casa nocturna llamada “Caneçao”, en la capital de los cariocas y llegó a hacer colocar en el escenario una bañera con una mujer desnuda para encender más el fuego de la imaginación.
El artista consiguió grabar 28 álbumes larga duración y se le adjudican 10 millones de unidades vendidas.
“Wando” murió a los 66 años, en el instituto médico de Nova Lima, en la región metropolitana de Belo Horizonte, por un paro cardiorrespiratorio, en presencia de su esposa, Renata Costa Lana e Souza.
El artista, en una de sus últimas entrevistas comentó que su imagen de seductor no era más que una puesta en escena, parte de un personaje… También expuso que “es normal que las personas piensen que soy de esa manera, es inevitable que alimenten esa fama sobre mí», agregó.
También comentó que muchos periodistas lo trataron de vulgar, de extremadamente popular o “grasa” y respondió que le molestaba porque era subestimar su capacidad como artista y en ese caso -según su opinión- «también lo serían Chico Buarque, Caetano, Betanhia o Gilberto Gil, ya que tocamos y cantamos todos el mismo estilo musical”.
“Wando” es recordado como el cantor que homenajeó a sus fans guardando sus ropas íntimas… sus 17 mil “Calcinhas”.