Un argentino en París

MIRÁ LA GALERÍA DE IMÁGENES. LA FIESTA ANUAL DEL MERCADO MEDIEVAL EN CHINON (CENTRO OESTE DE FRANCIA) CONQUISTA CADA VEZ A MAS PÚBLICO. Por Jorge Forbes, desde Francia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Chinon es una comuna francesa situada en el departamento de Indre y Loire (centro del valle de la Loira) y es una de las dos subprefecturas de Indre y Loire, junto a Loches.

Ubicada frente al rio Vienne, en una region estratégica en los confines de Touraine, de Anjou y del Poitou, está dotada de un espolon rocoso fortificado.

Desde la antiguedad, su imponente fortaleza tuvo un papel defensivo clave para la ciudad. Chinon fue una las plazas favoritas de los Plantagenets. Juan sin Tierra la perdió en beneficio de Philippe Auguste, que la adjuntó a los dominios de la Corona de Francia.

Sede de la corte bajo el reinado de Charles VII, lugar de su encuentro con Juana de Arco (queda el sitio donde ató su caballo al llegar para encontrarse con el rey) la ciudad solo abandono el girón real cuando pasó a manos del cardenal Richelieu y su familia que la conservaron hasta la revolución.

Enriquecida por el cultivo de vides y el comercio del vino, la ciudad encontró, con la instalacion de una central nuclear de Avoine, a pocos kilometros de Chinon, una actividad industrial que se sumó a sus tradicionales tareas agrícolas.

Situada cerca de los châteaux de la Loire, Chinon atrae igualmente a numerosos turistas. Desde el 2000 la ciudad forma parte de la sección del Valle de la Loire inscripta en la lista del Patrimonio mundial de la UNESCO con el titulo de «paisajes culturales».

Es así que desde hace alrededor de 20 años, con un breve lapso de interrupción, cada primer sabado de agosto se desarrolla el Marché (Mercado) Medieval que comienza con un importante desfile desde la margen derecha del rio y llega hasta el centro historico de la ciudad.

Este 2015, según colegas de la región, fue uno de los mejores de la historia del Mercado Medieval: alrededor de 15.000 personas asistieron a todas las manifestaciones, tanto gastronómicas (Chinon es la ciudad del poeta y escritor François Rabelais, con sus personajes mas conocidos: Gargamel y Gargantúa) como arquitectónicas.

Con sus casas, iglesias y palacios de diferentes siglos, Chinon presentó en 2015 un Mercado Medieval muy popular y quedará marcado como de una excelente cosecha. Los esfuerzos enormes de los organizadores en materia de animación, dieron sus frutos.

Bernard Ostrowski, actual presidente del Comite de organización, que termina su tercer mandato, afirma que «son necesarios 12 meses de trabajo para un solo dia de fiesta». Y todo el mundo se jugó en su participación: el alcalde, el diputado e incluso el subprefecto, participaron de los festejos con sus vestidos medievales.

Todo se desarrolló como si fuera sobre rieles: el desfiles incesante en la ciudad, las tabernas asociativas, cafés y restaurantes que llenaron sus salas y mesas, mientras que en algunas de las plazas se cocinaban jabalies, lechones y corderos, para calmar el apetito de los visitantes.

Los litros de Chinon (tinto, rosado y blanco) así como productos culinarios de la región; fouace (pan casero que se rellena con crema o con fiambres de cerdo y se calientan en un horno de barro), asi como algunas frituras de pescaditos (eperlans) similares a nuestros cornalitos, regado también con mucha cerveza.

Al matinal desfile, se sucedieron las visitas de ciertos monumentos, el château y su torre, los negocios en las calles con sus ventas de articulos artesanales, sobre todo, para chicos (ballestas, arcos medievales), y todo de fabricacion regional.

La fiesta terminó a las 23:30 en punto, luego del cierre de todos los stands y lugares de restauración en las calles, con unos fuegos artificiales fantásticos lanzados desde una pequeña playa del borde de la Vienne.

Al dia siguiente, ese mismo público local, benévolo, se abocó -con la ayuda de los agentes municipales- al desmantelamiento y limpieza de la ciudad.

Hasta el final, esta fiesta del Mercado Medieval de la ciudad de Chinon, fue la del trabajo en equipo en una ciudad que vive, del y para el turismo, entre los meses de marzo y octubre.