Por invitación de François I, rey de Francia, Leonardo de Vinci se instaló en el château del Clos Lucé, en 1516. A los 64 años, atravesó los Alpes llevando en sus talegos de cuero, tres de sus obras maestras: la Gioconda, San Juan Batista y Santa Ana la Virgen y el Niño Jesús, así como sus manuscritos. A su llegada al château, François I lo nombró «primer pintor, ingeniero y arquitecto» del Rey Sol. El gran Leonardo murióen el château del Clos Lucé, el 12 de mayo de 1519, tres años apenas de su llegada a Francia. Fue reconocido, igualmente, por sus talentos de organización de grandes fiestas.
Era capaz de producir prodigiosos efectos especiales que suscitaban la admiración de todo el mundo, razón por la cual François I le solicitaba sin cesar nuevos proyectos. Y hasta fines del 2017 pueden admirarse y descubrirse, por ejemplo, su habitación, la cocina, su estudio y la capilla con frescos pintados por sus alumnos. En la sala de maquetas se exponen sus maravillosas 40 maquinas, en una de las diferentes facetas de este genio pluridisciplinario. Por primera vez, en un emplazamiento natural paisajístico, el castillo del Clos Lucé da vida a los dibujos botánicos, estudios geológicos e hidrodinámicos de Leonardo de Vinci. El puente de dos pisos ideado por el maestro, invita a un paseo rodeado de los paisajes, plantas y cascadas que él tanto admiraba en ese mismo lugar.
Pero la historia solariega de «Cloux» (forma turinense de Clos), construida en 1477 en los altos de Amboise (otro magnífico château) para Etienne de Loup, flamenco de los servicios secretos de Louis XI, presenta todas las características estilísticas constructivas del reinado: ladrillos y cadenas de piedras, ornamentos flamígeros; galería de pasaje, el interior más burgués que señorial, hecho de bellas cámaras buenas para vivir en ellas, rodeado todo de jardines y huertas, vergeles y viñedos.
Carlos VIII había comprado ese «manoir» al servidor de su padre y se dice que la reina Ana se alojó allí. François I lo puso a disposición de Leonardo de Vinci una vez que hubo convencido al gran genio del siglo XVI que viniera a terminar sus días en la corte de Francia. Se sabe que murió allí el 12 de mayo de 1519 y dejó en legado las tres obras maestras que había llevado consigo. Leonardo fue sepultado en el claustro de la iglesia colegial de Saint Florentin, en el centro del château. Posteriormente, sus restos fueron transportados a la capilla de Saint Hubert, luego de la destrucción de la colegiata y de una parte del castillo bajo el Imperio.
El Clos Lucé presenta hoy, a la memoria del gran Leonardo, un museo en el que se exponen algunas de las maquetas de sus inventos tales como el paracaídas y el ala, inspirada en la del murciélago, la ametralladora o el carro de asalto, entre tantas otras de sus invenciones.
Esta morada de François I fue también la de su madre, Louise de Savoie y la de su hermana, Marguerite de Angoulême y recibió a ilustres visitantes, como Henri III y San Francisco de Paula.
La vista de Amboise dibujada por Leonardo, está expuesta en el jardín y, en cierta forma, eterniza, con emoción, un paisaje apenas transformado, y en el que a pesar de ciertas modificaciones del siglo XIX, el espíritu del lugar sigue presente.
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°Jorge Forbes es un periodista argentino que reside en Francia y que desde 1982 es corresponsal en Paris para diferentes medios, tanto en la Argentina (Radio Continental), como de Estados Unidos (Voice of América), México (Radio Noticias) y Uruguay (Radio Sarandi).
Actualmente colabora con Diario de Cultura y con Arte y Coleccion y propone visitas en la capital francesa (privadas o en grupo, no mas de 4 personas) por lugares donde vivieron argentinos famosos y conocidos, asi como sitios poco conocidos para turistas, incluso aguerridos en la materia. Se recomienda hacer el pedido por mail a [email protected] o al teléfono celular en Francia: 0033606837915.
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