Un argentino en Paris: La catedral de Bourges

Mirá la Galería de Imágenes. EN EL CENTRO DE FRANCIA, MARCA EL APOGEO DE LA ARQUITECTURA GOTICA FRANCESA. Por Jorge Forbes °, desde Francia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

La magnífica catedral de Bourges (Saint-Etienne) se encuentra entre los edificios más sobresalientes del siglo XII. A pesar de su lenta construcción (se comenzó hacia 1172, pero se concluyó dentro ya del siglo XVI), el plano previsto inicialmente no se modificó, y, por sus dimensiones, en su estado actual es el templo más ambicioso erigido en Francia durante el período gótico. A pesar de sus rasgos originales, depende de las experiencias llevadas a cabo en Chartres.

Combina, junto a caracteres de gran modernidad, otros más arcaizantes. Entre los primeros se destaca la original organización del muro interior, que visualmente simula la superposición de 5 niveles, cuando en realidad, existen 3 genéricos. Esto se produce debido a la altura de la nave central y de los arcos formeros que la separan de las laterales, lo que permite obtener una perspectiva inusual. Evidentemente, esta particularidad es única en Bourges.

También es muy original la solución adoptada en las capillas del deambulatorio, a causa de la existencia de la cripta muy inclinada, lo que es explicable por el gran desnivel existente entre la nave mayor y los laterales.

Entre los razgos arcaizantes, el que más sorprende es el tamaño relativamente reducido de las ventanas, sobre todo, en un edificio en el cual todo fue pensado y medido de manera muy cuidadosa.

La catedral Saint-Etienne de Bourges se caracteriza, además, por sus admirables proporciones así como por la unidad de su diseño que hacen de ella una de las grandes obras maestras del arte gótico. Son especialmente notables: el timpano, las esculturas y los vitrales, lo que constituye un vivo testimonio de la fuerza del cristianismo en la Francia medieval.

Es, igualmente, una de esas catedrales francesas que, construidas la mayor parte de ellas hacia fines del siglo XII, marcan la magnificencia de la arquitectura gótica.

Su construcción comenzó bajo los mejores auspicios ya que fueron muchos los obispos que alentaron la realización del edificio. Desde el comienzo del siglo XII la ciudad de Bourges formaba parte del dominio real, lo que significaba que su arzobispo era un vasallo del rey. La armonía reinaba entre la burguesía, el clero y la monarquía, lo que equivalía a que la financiación de la catedral no ocasionaba ningun problema.

Más allá del antiguo muro de la muralla romana, los trabajos comenzaron en 1195 con la construcción del coro. Para poder paliar la diferencia de niveles, fue construida una cripta, al igual que más tarde en la ciudad de Le Mans, algo poco habitual en la arquitectura gótica.

Del mismo modo, ya no fueron escondidas las reliquias de la vista de los fieles, sino expuestas en magníficos relicarios.

Elevado el coro se erigieron, en el norte y el sur, las naves laterales y la catedral de Bourges también fue dotada de cinco naves de alturas progresivas.

Hacia 1250 las grandes obras estaban terminadas. Los pórticos de la fachada occidental fueron relizados en los siguientes años, pero la construcción de la torre norte fue interrumpida aproximadamente en 1260.

Las ventanas de las linternas o «cupulinos» fueron pintadas en grisalla y sólo las rosetas fueron ornadas de «vitraux» polícromos. El paso de la grisalla a la policromía ya en ese momento era muy claro y neto.

A principios del siglo XIV aparecieron ciertas grietas y resquebrajaduras en la torre sur que comenzó a inclinarse. Se obtuvieron nuevos fondos para la construcción y refuerzo de un contrafuerte y el 13 de mayo de 1324 la catedral pudo, finalmente, ser consagrada.

Entre los siglos XIV y XVI le fueron agregadas las capillas al igual que una roseta gigantesca encima del pórtico occidental. Es la obra de un arquitecto especialmente recomendado por el duque de Berry, uno de los grandes mecenas de la catedral.

Pero lo que pudo acontecerle a la torre sur, le pasó a la torre norte, ya que el 31 de diciembre de 1506 se derrumbó produciéndose la caida de una gran parte de la bóveda. Los trabajos de reconstrucción duraron hasta 1542.

La catedral Saint Etienne de Bourges no escapó tampoco a los pillajes, incendios o devastaciones. Durante la Revolución fue incluso amenazada con ser destruida.

El siglo XIX fue para la catedral un período de restauración en la que se le agregaron pequeños campanarios en el techo y en los contrafuertes, lo que empañó un poco la sobria belleza del edificio.

Entre la «joyas» de la catedral, pueden admirarse los «vitraux», los cuales por su belleza solo son comparables con los de Chartres, lo mismo que el tímpano del pórtico occidental que representa el juicio final. No puede olvidarse tampoco la tumba del duque de Berry, el mecenas que reposa, solo, en su sarcófago blanco, en el centro de la cripta.

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°Jorge Forbes es un periodista argentino que reside en Francia y que desde 1982 es corresponsal en Paris para diferentes medios, tanto en la Argentina (Radio Continental), como de Estados Unidos (Voice of América), México (Radio Noticias) y Uruguay (Radio Sarandi).
Actualmente colabora con Diario de Cultura y con Arte y Colección y propone visitas en la capital francesa (privadas o en grupo, no mas de 4 personas) por lugares donde vivieron argentinos famosos y conocidos, asi como sitios poco conocidos para turistas, incluso aguerridos en la materia. Se recomienda hacer el pedido por mail a [email protected] o al teléfono celular en Francia: 0033606837915.
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