La artista surgió para el público argentino a los 49 años de edad, cuando Lautaro Murúa la convocó para dirigirla en el papel de madre del protagonista en la segunda versión cinematográfica de «Un guapo del 900», en 1971. Además de actriz era directora, adaptadora y hasta productora teatral cuando se la necesitó.
Espert comenzó a recitar a Lorca cuando tenía 10 años; nunca paró de evocarlo. Por tres funciones, la prestigiosa intérprete española se presenta en el Teatro Nacional Cervantes con un trabajo dirigido por Lluís Pasqual.